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El Foro Económico Mundial, una agrupación de carácter netamente empresario, que a través de paneles y conferencias y sus promocionadas reuniones anuales se ha asumido como un espacio de discusión de las preocupaciones sectoriales, consideró que en el último año la Argentina ha mejorado su “competitividad”. Esta “mejora” no le evita al país situarse en el lugar 74 sobre 104 países relevados. En Latinoamérica, donde se relevó la situación de 20 países, la Argentina se encuentra en el lugar número 13. La región es liderada por Chile, la nueva estrella del establishment financiero y empresario internacional.
Según la encuesta realizada por el World Economic Forum entre los principales ejecutivos del país, la competitividad local se encuentra restringida por la falta de estabilidad de las políticas públicas. Inmediatamente después le siguen los problemas de financiamiento, la corrupción, la falta de eficiencia del aparato de Estado y las regulaciones impositivas. Menos importantes fueron las críticas hacia las “regulaciones laborales restrictivas”. Sólo el 2 por ciento de los empresarios consideró al “Delito y el robo”, léase la “inseguridad”, como una restricción.
Pero el dato más notable del “Indice de Competitividad del Crecimiento” difundido ayer por el WEF es que Chile ocupa el lugar 22, junto a los países más desarrollados y a 26 lugares de México. Si bien el vecino país logró en las últimas décadas niveles de crecimiento sostenido del PIB y mantener estables algunas variables macroeconómicas, como la inflación, también duplicó, desde 1995 a la fecha, su deuda externa, es exportador neto de capitales, carece de una clase media extendida y posee todavía una gran parte de su población fuera del sistema productivo. A pesar del desastre que en términos sociales provocó la década del ’90, la Argentina sigue teniendo indicadores de calidad de vida que están por encima de Chile, por ejemplo en materia de esperanza de vida, analfabetismo, discriminación de género y hasta distribución del ingreso, elementos todos que, según el WEF, no hacen a la competitividad del país.