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Cayetano Vicente Greco, ex jefe de la Comisaría 24ª, describió que durante la toma de la Comisaría 24ª hubo dos bandos: uno dirigido por los ocupantes que respondían a las órdenes del dirigente Luis D’Elía, líder de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), y el otro integrado por los policías que acataban al ex secretario de Protección Civil de la Nación, José María Campagnoli. Al ser indagado por el juez federal Jorge Urso por presunta desobediencia a una orden judicial, el comisario acusó a Campagnoli de impedirle intentar recuperar esa seccional ante la toma de los piqueteros de la FTV, que reclamaban la intervención policial en el asesinato de Martín Cisneros.
Greco aseguró que quienes ocuparon la comisaría tenían una actitud “agresiva”. Por su parte, el dirigente piquetero imputado aseguró que el juez Urso “no tiene elementos” en su contra. Las indagatorias de Campagnoli y del ex secretario de Seguridad Norberto Quantín fueron postergadas para la semana próxima.
Greco admitió ante el magistrado haber mantenido esa noche del 25 de junio una conversación con la jueza de instrucción María Crotto, quien le dijo que procediera a desalojar según su criterio. Sin embargo, acotó que “todos” los jefes policiales que estaban en el lugar, entre ellos el titular de la Policía Federal, Eduardo Prados, aceptaron que Campagnoli “manejara” la situación. Según relató a Página/12 una fuente del caso, Greco y Campagnoli llegaron casi al mismo tiempo a la comisaría ubicada en La Boca, y apuntó que intentó desalojar dos veces el lugar. En sendas ocasiones, según el comisario, el ex funcionario le dijo que no lo hiciera porque quería que todo se produjera “en forma consensuada”, como finalmente ocurrió. Al parecer, la situación de Greco no habría quedado muy comprometida. Aunque la jueza sostuvo que fue desobedecida, al parecer no intervino a tiempo en los hechos, según evaluó la fuente consultada.
Más comprometida aparece la situación de D’Elía ante la mirada de sus acusadores, que refieren a testimonios según los cuales estaba “alterado”. Urso analiza si el dirigente y otros integrantes del grupo piquetero que tomaron la seccional deben ser imputados por presuntos daños y robos en la comisaría. De todos modos, aún no decidió llamarlo a indagatoria. D’Elía, por su parte, declaró ayer que tiene “la conciencia tranquila” porque “sólo hay un testimonio endeble y contradictorio de una señora que cayó en contradicciones”.