ECONOMíA › LAVAGNA TOMO DISTANCIA DE LA PROPUESTA DE BRASIL
No levantan las restricciones
Argentina mantendrá las restricciones al comercio bilateral con Brasil hasta que no haya un avance sustancial en la fijación de mecanismos que aseguren un intercambio equilibrado entre ambas naciones. Esta es la postura expresada ayer por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, un día después de la reunión que mantuvieron funcionarios de ambos países en Río de Janeiro para analizar la marcha del comercio bilateral.
Mientras el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, había indicado el martes desde Río que se abordaron con Brasil “todas las cuestiones en las que existen diferencias”, dando a entender que se había avanzado hacia un futuro acuerdo, Lavagna destacó que los “mecanismos propuestos no parecen cumplir con los objetivos” de un comercio bilateral equilibrado. El martes, al comentar el documento conjunto elaborado al término de las deliberaciones, Chiaradía había señalado que “es bastante amplio, comprensivo y tiene muchos de los elementos a los que aspiramos”. Lo que se discutió en ese encuentro fue, precisamente, la contrapropuesta presentada por Brasil en respuesta a la presentada anteriormente por Roberto Lavagna.
Tras conocerse las apreciaciones del funcionario de la Cancillería, el ministro de Economía decidió dar su propia interpretación de los hechos. La discusión en Río se centró en la propuesta presentada por Lavagna en septiembre del año pasado, que sugería instrumentos alternativos a las salvaguardas para atender los desequilibrios en el comercio bilateral. Incluía, además, mecanismos para garantizar una política común de aliento a las inversiones, en la que ambos países se ofrecieran como mercados complementarios y no como plazas en competencia por robarse capitales entre sí.
El ministro de Economía no concurrió a la cumbre técnica de Río porque privilegió su presencia en Europa, donde se transitaban los tramos cruciales de lanzamiento de la oferta del canje de títulos de la deuda externa, y delegó toda la representación argentina en la Cancillería y en el secretario de Industria. Pero la lectura del documento final que realizó Chiaradía no lo dejó muy conforme.
Apenas arribado de su gira europea, Lavagna destacó a través de su vocero como único dato positivo del encuentro de Río “el reconocimiento de que hace falta tener mecanismos para la expansión equilibrada del comercio bilateral, y también la necesidad de definir una política común de inversiones”, pero puso distancia con la propuesta formulada por Brasil. Agregó que los mecanismos propuestos “tampoco parecen cumplir con lo establecido en el Tratado de Asunción”, que elevó al bloque sudamericano al status de unión aduanera. El ministro sostuvo que los mecanismos de regulación del comercio “deben ser motivo de un estudio más profundo”.
Lavagna recordó que “en sus propuestas, Argentina siempre rechazó la vigencia de salvaguardas, pero sostuvo, y seguirá haciéndolo, que el Tratado de Asunción no es sólo un acuerdo de aranceles, sino también de políticas de convergencia estructural que requieren de mecanismos de reajustes que deben ser definidos”.
El ministro aseguró en su declaración que Argentina “seguirá trabajando” para alcanzar los objetivos del Tratado de Asunción, pero “mientras tanto, se mantienen todos los acuerdos sectoriales y todas las medidas transitorias que aseguran objetivos de equilibrio estructurales”, en referencia a la suspensión de las licencias de ingreso automático a televisores, lavarropas, heladeras y cocinas de origen brasileño. Desde entonces, para poder ingresar esos productos, cada importador debe pedirle a la Secretaría de Industria un permiso especial, que es otorgado según el nivel de importaciones que se hayan registrado en ese momento para cada rubro.