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El banquero Carlos Rohm recuperó la libertad. Procesado por “asociación ilícita” en una causa por fuga de divisas en el Banco General de Negocios (BGN) y con pedido de extradición de Uruguay, el juez Norberto Oyarbide le concedió el jueves de la semana pasada la excarcelación, tras depositar una caución de un millón de pesos.
Simultáneamente, el juez federal Jorge Ballestero le otorgó el mismo beneficio en el juicio que se le sigue por el pedido de extradición realizado por la Justicia uruguaya –por un causa similar– bajo una fianza más módica: 50 mil pesos.
El banquero estaba detenido desde principios de 2002, por disposición de la jueza María Servini de Cubría, hoy de licencia y subrogada por Oyarbide. La jueza consideró entonces que Carlos Rohm y su hermano, José “Puchi” Rohm –que sigue prófugo–, componían una “banda organizada para cometer delitos”. El embargo inicial fijado para Rohm que no logró escapar fue de cien millones de pesos y una fianza de cinco millones, pero tras sucesivos recursos que presentó su defensa, a cargo del abogado Alejandro Mitchell, el monto de la caución fue reducido a un millón.
Tras unos 14 meses para reunir el monto, Rohm presentó ante la Justicia dinero y títulos de propiedades para recuperar su libertad, pero sigue procesado por presuntas maniobras irregulares en el BGN. En relación con el pedido de extradición de Uruguay, la Justicia oriental lo investiga por supuestas maniobras delictivas cometidas a través del Banco Comercial, una filial del BGN. El tema en Uruguay tiene una gran relevancia política, porque esa entidad estafó a miles de pequeños ahorristas.