ECONOMíA › KIRCHNER Y LULA CRUZARON
GESTOS AMABLES DESPUES DE LA CUMBRE
Entendimiento y nueva propuesta
El presidente argentino afirmó que su par brasileño “entendió que no puede haber un país con industrias y otros sin industrias”. Lula prometió aportar a la industrialización argentina.
En las declaraciones del día después, los presidentes de la Argentina, Néstor Kirchner, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistieron sobre la buena relación de los dos países y la necesidad de fortalecer el Mercosur. Kirchner afirmó que Lula “entendió con toda claridad que no puede haber en América del Sur un país con industrias y otros países sin industrias”, mientras que Lula agregó que “necesitamos fortalecer a la Argentina para que ésta fortalezca su industrialización”. Entre los funcionarios por debajo de los presidentes, en cambio, continuaron los escarceos. El ministro de Desarrollo, Luiz Furlán, dijo que no recibió ninguna propuesta de Lavagna. Desde Economía ratificaron la existencia de una nueva propuesta, de la que se continúa sin precisar detalles, pero que ésta no fue entregada a Furlán, sino “en el despacho correspondiente”.
A su regreso a Buenos Aires, Kirchner volvió a enfatizar que Argentina no tiene ningún interés en discutir liderazgos regionales, sino en “compatibilizar normas que permitan la reconstrucción” del Mercosur. También agregó que Lula estaba al tanto de los problemas provocados por los desequilibrios comerciales. Sobre los contenidos concretos de la discusión con Lula, sostuvo que se analizó “la posibilidad de generar acciones conjuntas que permitan consolidar” la Unión Aduanera y agregó que “la buena relación entre los dos países es vital para que el Mercosur se vaya convirtiendo en algo viable”.
En el discurso de cierre de la cumbre entre países árabes y el Mercosur, Lula se mostró en sintonía con las declaraciones de su par argentino, pero intentó circunscribir los ruidos en la relación a meros reclamos de algunos sectores empresarios. Con Kirchner “discutimos todo lo que tenía que ser discutido” y “tenemos comprensión de los problemas argentinos”, dijo. “Argentina muchas veces tiene razón”, agregó. Pero si bien “hay sectores argentinos que se quejan de invasión de productos brasileños, también en Santa Catarina (Río Grande do Sul) hay sectores que se quejan de invasión de productos argentinos”, reseñó, aludiendo las quejas de los productores de vino. Pero estas demandas “no pueden ser motivo para que un jefe de Estado no determine la política de su país”. “Los dos Estados no pueden ceder a la presión de un empresario o de un sector apenas”, sino que necesitan “ver el conjunto de la necesidad de los dos países”, agregó. Las declaraciones, más allá de los gestos de comprensión, están en línea con las declaraciones de los ministros considerados “más duros”, como Furlán, quien llegó a afirmar, según funcionarios argentinos, que estaba dispuesto a renunciar antes de aceptar salvaguardas que restrinjan el comercio. La visión maniquea sobre las diferentes posiciones al interior del gobierno brasileño no se reflejan en los hechos. Cada vez resulta más claro que Brasil no está dispuesto a aceptar la “nueva propuesta” que afirmó dejar Roberto Lavagna, un detalle que ayer fue reducido a sainete por el Ministerio de Economía.
Siempre reacio a dar información, Economía siguió manteniendo el secreto sobre el contenido de la “nueva contrapropuesta” presentada en Brasilia. Según pudo saber este diario, el nuevo texto, que se entregó al ministro de Hacienda, Antonio Palocci, no variaría en sustancia de la propuesta ya realizada en septiembre de 2004 y que Brasil rechazó en febrero. Pero si bien Economía no se apartó de su política de no comunicar contenidos, salvo, claro, muy a posteriori de los hechos, sí se explayó en cambio, a través del vocero Armando Torres, sobre los dimes y diretes con Furlán acerca de la existencia o no de la nueva contrapropuesta y el despacho “pertinente” al que fue entregada.
Desde Brasil, Furlán prefirió hablar de los próximos pasos. “Un grupo de trabajo de nuestro ministerio estará la próxima semana en Buenos Aires”, sostuvo. También adelantó que él mismo viajará en junio, claro que no para tratar las diferencias comerciales intra Mercosur, sino para “analizar propuestas concretas y de convergencias competitivas en relación a terceros países”.