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Las exportaciones argentinas siguen marcando records, tanto en mayo, cuando se vendieron 3666 millones de dólares –un crecimiento interanual del 8 por ciento–, como en los primeros 5 meses del año, cuando alcanzaron los 15.592 millones, 13 por ciento más que en igual período del 2004. El fuerte crecimiento que siguen mostrando las importaciones –2474 millones en mayo y 10.809 en los primeros 5 meses, con subas interanuales del 38 y 33 por ciento, respectivamente– redujo el superávit comercial en los primeros 5 meses en un 55,75 por ciento.
El pico de exportaciones se explica principalmente por la cosecha record, aunque también por los buenos precios de combustibles y algunos metales. El 71 por ciento de lo exportado en los primeros cinco meses fueron productos primarios (23%) o bien mercancías de base primaria, como Combustibles y Energía (16%) y Manufacturas de Origen Agropecuario (32%). En contrapartida, se importaron principalmente automóviles, teléfonos celulares y computadoras, en gran parte calificados como “bienes de capital”, junto con algunos insumos industriales.
Como en conjunto, y durante los primeros cinco meses del año, los precios de las exportaciones cayeron el 4 por ciento, fundamentalmente por los altos precios del 2004, mientras que los de las importaciones subieron el 6 por ciento, ello determinó una pérdida por “deterioro de los términos del intercambio” de 1384 millones de dólares contra igual período del año pasado.
Los números del Intercambio Comercial Argentino difundidos por el Indec permiten algunas conclusiones.
u La primera es que, de acuerdo con lo previsto por los economistas, las exportaciones reaccionan frente a las señales del tipo de cambio, aunque no lo hayan hecho inmediatamente. En la primera parte del año, las cantidades exportadas crecieron el 17 por ciento, aunque la baja de precios haya determinado que en valor la suba haya sido un poco menor, el citado 13 por ciento.
u La segunda es que a pesar de las quejas del campo por las retenciones, que en la práctica significa que reciben un dólar de entre 2,30 y 2,40, éstas, como lo muestran las decisiones de inversión que llevaron a una cosecha record, no parecen afectar la rentabilidad sectorial, según pregonan sus voceros. Las exportaciones de Bienes Primarios crecieron en los primeros 5 meses un impresionante 37 por ciento.
u La tercera es que el comercio internacional está diversificado. Aunque se exporta a todas las regiones, principalmente a China y Europa, no parece haber dependencia con ninguna región. En términos regionales sólo hay un importante déficit de 1295 millones de dólares con el Mercosur, básicamente con Brasil.
u La última conclusión surge de preguntarse cuál es la estructura económica que explica estos resultados. Cada vez resulta más claro que la Argentina es exportadora principalmente de productos primarios o de base primaria, mientras que importa insumos para sus exportaciones de baja complejidad (industrias metálicas básicas y agro e industria petrolera) y “bienes de capital” que en gran parte distan de ser equipos de producción. En otras palabras, si existe un proceso de transformación hacia una economía con un mayor peso relativo de su industria, esto no se refleja en los números del comercio exterior. Por ahora, el cambio de precios relativos consolidó los sectores exportadores tradicionales y permitió alguna sustitución de importaciones. Este es el lugar que la Argentina ocupa en el mercado mundial.