ECONOMíA › CONFIAN EN PODER ALCANZAR ACUERDOS CON SECTORES DE LA PRODUCCION

Ni más retenciones ni precios máximos

El Gobierno buscará cerrar a mediados de la próxima semana un acuerdo con los distintos actores de la industria de la carne para evitar aumentos de precios. El convenio intentará ser más abarcativo que el firmado anteriormente, puesto que en lugar de limitarse a cinco cortes populares sería por la media res. El objetivo es mantener a raya el precio de uno de los productos básicos de la canasta familiar, cuando el partido contra la inflación todavía no está ganado. El subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, se manifestó ayer confiado en que las negociaciones terminarán exitosamente.
“Esta semana hemos estado reunidos con sectores de la consignación y de la industria (cárnica) y creemos que podemos mantener los acuerdos que ayudan a mantener los precios”, destacó el funcionario. El Ministerio de Economía, además, negocia con los supermercados para que trasladen a sus clientes los convenios con los productores. Esa cartera quiere evitar que ocurra lo mismo que pasó con la canasta social, que quedó restringida a almacenes, autoservicios y supermercados manejados por las comunidades asiáticas, debido a que las grandes cadenas se negaron a participar.
De Urquiza remarcó que el Gobierno “no tiene en estudio” ninguna medida de precios máximos o cualquier otra que signifique un control de precios. Por el contrario, las conversaciones con los empresarios procuran llegar a un arreglo voluntario. Si así ocurre, tampoco se utilizará otra herramienta que Roberto Lavagna tiene a mano para ejercer presión: un aumento de las retenciones. “Antes se hablaba de que el Gobierno iba a tener que tomar medidas más drásticas, pero gracias a estos acuerdos, donde hay que destacar la voluntad de las partes, se siguió por este camino”, señaló el subsecretario, haciendo referencia a la vía del consenso con los sectores productores.
En cuanto a las características del convenio buscado, De Urquiza confirmó que se apunta a controlar “los precios de la media res porque es más acorde a la realidad”. Hasta ahora, es por cinco cortes de consumo popular. Al ser consultado en una entrevista radial sobre si los acuerdos anteriores dieron resultado, De Urquiza señaló que “los productores de carnes, los frigoríficos y los consignatarios los cumplieron”, pero admitió que “en el caso de las curtiembres estamos revisando la situación”.
Desde Agricultura explican que las presiones a la suba del precio de la carne se deben al incremento de la demanda interna y externa. En breve se abrirán los mercados de Estados Unidos y Canadá y eso significará mayores posibilidades de exportación, que reducen la oferta al mercado local. Por eso, el Gobierno intenta lograr aumentos de la producción y establecer nuevas pautas para el manejo de los stocks en función de la demanda actual. La estimación oficial es que este año se exportará carne por unos 1300 millones de dólares, un 30 por ciento más que en 2004 (ver nota aparte).
Una de las medidas fue fijar en 300 kilos el peso mínimo de faena. Con esa medida queda garantizado que no habrá desabastecimiento, según afirman en Agricultura. La resolución generó resistencias y una de las advertencias fue que el público se vería obligado a consumir carne más dura. “Es una estupidez”, señalaron en esa dependencia, dado que la dureza de la carne tiene que ver con procesos de frío y no con el tamaño del animal.

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