ECONOMíA
La city está dominada por el síndrome de los 10.000
Mario Blejer, banqueros, cambistas, inversores y analistas temen que reservas por debajo de los 10 mil millones de dólares aceleren el caos financiero.
Una sensación de vértigo similar a la que causaba el año pasado ver trepar el riesgo país se repite ahora con la caída de reservas del Banco Central. Con el primero de los indicadores, el momento crítico fue cuando alcanzó por primera vez los 1000 puntos. En el caso de las reservas, Mario Blejer tiene “el síndrome de los 10 mil millones”, como lo definió un banquero días atrás. No es que las cosas vayan a cambiar sustancialmente si las reservas son de 10.182 millones, como efectivamente ocurre de acuerdo a los últimos datos oficiales, o si suman 9950 millones, pero el paso de los cinco dígitos a los cuatro refleja un avance de la crisis que preocupa a la autoridad monetaria.
Blejer reclamó y obtuvo la autorización política de Eduardo Duhalde para seguir vendiendo reservas por debajo de los 10 mil millones. Pero en el propio directorio del Central se preguntan si lo hará o si antes de afrontar esa situación dejará el cargo. En medio de tanta incertidumbre, la cotización del dólar dio ayer un nuevo salto.
La city se llenó de gente ante las versiones de que el Central dejará de vender dólares a través de bancos y casas de cambio. La consecuencia del aumento de la demanda fue que el dólar cerró a 3,52 para la compra y 3,60 para la venta en las entidades que siguen operando por cuenta y orden del BCRA, contra 3,48/3,56 del día anterior. En el resto de las casas de cambio, el dólar finalizó a 3,67/3,73, después de haber tocado un pico de 3,75 en la punta vendedora.
En su reunión con Duhalde de principios de esta semana, Blejer le transmitió su preocupación por la constante pérdida de reservas y le advirtió que si no se pone un freno a esa situación, el Gobierno perderá capacidad de defender el valor de la moneda. Esa señal al mercado potenciará la demanda de dólares y retraerá la oferta, empujando cada vez más arriba la paridad y hundiendo las reservas. Blejer llevó el problema, pero admitió que la solución no es clara. Su intención es bajar el monto de las intervenciones del Central en el mercado minorista, hasta eliminarlas una vez que se alcance el acuerdo con el FMI. Pero reconoció que mientras continúen las negociaciones con el organismo, deberá seguir operando para evitar una disparada del dólar. Una alternativa que analizó Roberto Lavagna con Duhalde es fijar el tipo de cambio, pero por ahora fue descartada por la oposición del FMI.
El Central disminuyó ayer las reservas en 42 millones de dólares, luego de haber vendido 74 millones y comprado 51 millones en el mercado mayorista, y destinado 19 millones al minorista. Las marchas y contramarchas en la negociación con el FMI y la debilidad política con que convive el Gobierno conspiran contra la posibilidad de estabilizar el tipo de cambio.
Además de asalariados y sectores de ingresos medios, la demanda se compone de bancos y empresas endeudados en dólares con el exterior, importadores y empresas en general que resguardan su capital invirtiendo en dólares. Del lado de la oferta están los exportadores, con los cerealeros en primer lugar. Ayer ese sector informó una liquidación de divisas de 37 millones. Como la tendencia del dólar es al alza, los productores y los exportadores retienen mercaderías en stock el mayor tiempo posible esperando mejoras en la cotización de la divisa. Al escasear la oferta, el Central saca dólares de las reservas para abastecer el mercado. En medio de una situación tan complicada, que Blejer haya transparentado su intención de renunciar a la presidencia del Central en el corto plazo no parece una señal tranquilizadora. El ex funcionario del FMI le dijo a Duhalde que esperará en el cargo a que se alcance un acuerdo con el organismo de crédito, se defina el nuevo programa monetario y se reglamente el decreto de salida del corralito.