En un mismo comunicado, la Cámara Argentina de la Construcción rechazó ayer las acusaciones sobre cartelización en la obra pública que formuló públicamente el ex ministro Roberto Lavagna a fines del año pasado y alabó la política del actual gobierno, visiblemente beneficiosa para el sector. El texto fue difundido desde San Juan, donde los empresarios tuvieron el cónclave correspondiente al Consejo Federal de la entidad.

La Cámara que preside Enrique Wagner consideró que aquellas acusaciones acerca de un presunto núcleo de firmas beneficiadas en las licitaciones de Vialidad Nacional que precipitaron la partida de Lavagna del gobierno “involucran a muchos actores de la industria” que trabajan en la obra pública y que sólo apuntan a perjudicar al sector, justo en el momento en que, como resultado de las políticas públicas implementadas, éste aumentará su participación en el Producto Interno Bruto y elevará significativamente el empleo formal del país”.

El antecesor de la ministra Felisa Miceli dejó el Palacio de Hacienda después de realizar aquella imputación en la última convención anual de la CAC, donde disparó ese misil contra el titular de Planificación, Julio De Vido, responsable de todas las contrataciones de su área. La urticante imputación siguió bajo el análisis de Defensa de la Competencia, del Banco Mundial y de la propia Justicia, en virtud de un particular que reclamó en Tribunales el esclarecimiento de un hecho que podría involucrar a los entonces ministros de Economía y Planificación, aunque sin que haya habido un dictamen público hasta el momento. Pero el retorno de Lavagna a la vida política vuelve a poner el foco sobre la cuestión.

Las denuncias “son una versión actualizada de viejas estrategias de quienes prefieren la especulación a la inversión productiva o de aquellos que, a falta de propuestas, sólo buscan obtener rédito político circunstancial, en base a denuncias mediáticas inconsistentes”, sentencia la CAC. El texto también insta a “todo el sector a evitar esas provocaciones y a seguir trabajando en unidad para que la construcción siga siendo el motor del crecimiento de la economía del país”.

Finalmente, los constructores destacan el rol de las pymes, “que han tenido una influencia directa sobre el nivel record de obras ejecutadas a nivel nacional, a partir de una clara iniciativa de inversión en equipos y capital de trabajo en contextos crediticios nulos o desfavorables para este tipo de empresas”.