El Senado elevará a 15 años la edad mínima para firmar un contrato laboral. El titular de la Comisión de Trabajo y Previsión, el jujeño Gerardo Morales, adelantó ayer que la medida se podría votar antes de fin de año. En la comisión parlamentaria hay cuatro proyectos que van en ese sentido y que tienen el respaldo de legisladores de distintas identidades partidarias, lo que genera el consenso necesario para la aprobación de la iniciativa. Actualmente, la Ley de Contrato de Trabajo vigente, firmada en 1974, establece el piso mínimo en 14 años. Morales fue más allá y especuló que si la nueva ley de educación, que probablemente sea enviada al Congreso en octubre, contempla la obligatoriedad de la educación media, la edad mínima podría llevarse a los 16.

Precisamente, la espera de la futura Ley de Educación es lo que demorará la aprobación de alguna de las cuatro iniciativas que actualmente están en la Comisión de Trabajo. El chubutense Marcelo Guinle, la mendocina Marita Perceval y la entrerriana Graciela Bar, del Frente para la Victoria, son autores de tres de las iniciativas. Las otras fueron presentadas por la radical del Chaco Miriam Curletti. El punto en común de los cuatro proyectos es precisamente el aumento de la edad mínima para firmar un contrato laboral y llevarla a 15 años. Casi todos los legisladores que ayer participaron del Foro Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil reconocieron que la Organización Internacional del Trabajo recomienda a sus estados miembro que la edad mínima para una relación laboral tendría que ser de 16 años.

Los cuatro proyectos que están en estudio en la comisión también avanzan sobre la prohibición para que los menores de 18 años realicen trabajos nocturnos y en el área de espectáculos, entre otras objeciones. Los proyectos consideran la relación laboral de los jóvenes de 15 años como el primer paso para la incorporación plena al mercado del trabajo.

El contexto económico y social se presenta como una realidad dura y difícil de modificar por una ley cada vez que se avanza en la discusión de iniciativas como las que tiene en trámite la Comisión de Trabajo. Hablando del empleo golondrina, varios senadores recordaron ayer a este diario que en algunas regiones del país el trabajo infantil está naturalizado como parte de la economía familiar. Por eso en la Comisión de Trabajo se especulaba ayer que si la futura Ley de Educación contempla de alguna manera la obligatoriedad de la enseñanza media y otorga algún tipo de beca, se podría comenzar a revertir esas realidades regionales. Algo bastante extendido. Un trabajo del diputado Claudio Lozano, basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, al que accedió este diario, sostiene que el 51 por ciento de los pobres son menores de edad. Mucho más que un botón de muestra.