El Enargas subió de 3000 a 5000 metros cúbicos diarios la cantidad mínima de gas que las distribuidoras deben venderles a las estaciones de servicio expendedoras de gas natural comprimido. Hace casi tres meses, el 24 de mayo, el ente regulador había dispuesto por resolución esa obligación de aprovisionamiento mínimo, con el expreso propósito de asegurar un abastecimiento mínimo a las estaciones de servicio pero, a la vez, contemplar la posibilidad de que existiera un tope en función de las necesidades para el consumo doméstico. La imposición es válida básicamente para las estaciones que tienen contratos denominados “interrumpibles”, es decir, que por pagar el gas a un precio menor quedan sujetas a eventuales interrupciones o reducciones en el suministro. Ayer, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Raúl Castellano, aseguró que no hay desabastecimiento de este carburante y aclaró que sólo el 10 por ciento de los puntos de venta de GNC están bajo contratos de aquellas características. Pero invocando buenas condiciones climáticas, los reguladores reforzaron la obligación de suministro mínimo.