Reconocen que les está yendo bien, que después de la crisis están mostrando balances positivos, pero eso no les basta para cesar en sus reclamos. Son los responsables máximos de las empresas españolas instaladas en la Argentina y en otros países latinoamericanos, que ayer plantearon públicamente su propia agenda, no eximida de fuertes críticas, desde su país de origen. La lista incluye a Repsol YPF, el grupo Santander (dueño del Banco Río), Telefónica y Endesa (Edesur, Central Costanera). A pesar de disfrutar de altos niveles de rentabilidad, insisten con el pedido de ajustes de tarifas y también plantean cuestiones estructurales, como la forma en que se reformulan los viejos contratos.

Antonio Brufau, titular de Repsol YPF, fue uno de los que hizo un planteo. Dijo que América latina debe “combatir la demagogia” si pretende absorber las inversiones productivas del extranjero. Mencionó, en ese sentido, que “los problemas sobre la titularidad de las explotaciones y la renegociación de los contratos van en contra de la seguridad jurídica de las empresas”. Fue más allá al advertir que la región podría perder la pulseada con Asia por la que se lleva las inversiones. “Creo que la zona (por Latinoamérica) no está ganando la batalla de la captación de capital. Muchos de los fondos se están dirigiendo a otras economías emergentes, como Asia”, enfatizó el número uno de la petrolera.

A Brufau se sumaron otros ejecutivos de primera línea. Estuvieron también Emilio Botín (Grupo Santander), Manuel Pizarro (Endesa) y César Alierta (Telefónica). Todas compañías con presencia destacada en la Argentina desde la década pasada. Fue ayer en la capital española, donde se llevó a cabo la jornada inaugural del denominado Foro Latibex. El Latibex es el panel de la Bolsa de Madrid donde se agrupan acciones de 38 empresas latinoamericanas. De la Argentina figuran los bancos Río y Francés, cuyos dueños son los grupos españoles Santander y BBVA.

Los directivos hicieron hincapié en la recuperación económica de la región después de la crisis, con la Argentina a la cabeza. Botín dijo al respecto que “el gran reto” de América latina es demostrar un crecimiento del 6 por ciento anual en el mediano plazo. Pero condicionó esa posibilidad a que se realice la “segunda fase de reformas estructurales”. “Más libertad de mercado, menos proteccionistas”, pidió, en contra de la regulación estatal. Botín reconoció, no obstante, que en el actual orden de cosas, el Grupo Santander obtiene 35 por ciento de sus beneficios desde Latinoamérica. Alierta, de Telefónica, también destacó los negocios en la región, en especial por la expectativa de una fuerte expansión de la banda ancha. “Queremos reglas de juego claras”, reclamó, para no desentonar, Pizarro, presidente de Endesa. Acto seguido, y en consonancia con sus colegas, destacó que el fuerte crecimiento económico le está permitiendo obtener jugosos rendimientos.