A pesar de que el Gobierno cedió ante algunas medidas reclamadas por el campo, los ganaderos de las provincias de Buenos Aires y La Pampa quedaron a un paso de realizar un paro de actividades. Esos productores, agrupados en Carbap, creen que las últimas iniciativas oficiales no servirán para incrementar la oferta de carne. Quieren “una última negociación”, sin intermediarios, ante el presidente Kirchner “antes de ir al paro”. Dentro de una semana tomarán la decisión definitiva. Las demás asociaciones del campo, en cambio, recibieron con satisfacción las últimas novedades.

A pedido de otras entidades rurales, Guillermo Moreno había aceptado flexibilizar el peso mínimo de faena de vacunos por un plazo de tres meses, de 280 a 260 kilos. Esa medida serviría para incrementar la oferta de ganado, justo en una época donde la demanda se incrementa notablemente. A pesar del anuncio, ayer en el Mercado de Hacienda de Liniers ingresó algo más de la mitad de cabezas que lo habitual para un miércoles.

Ayer por la tarde, a instancias de Carbap, entidad que nuclea a 114 sociedades rurales de Buenos Aires y La Pampa y que concentra su actividad en la producción ganadera, se realizó una reunión de la que participaron dirigentes de todo el país de Confederaciones Rurales (CRA), a la que está integrada Carbap. Los ganaderos querían anunciar un paro de una semana a partir de los primeros días de diciembre. Como los demás integrantes de la CRA no dependen sólo de la carne –tienen producciones agrícolas– propusieron abrir una última instancia de negociación antes de tomar una medida de fuerza. Reclaman un encuentro con Néstor Kirchner.

Para Carbap, la flexibilización del límite de la faena no servirá para aumentar la oferta de carne porque se tomó en forma tardía. Este sector pretende que Kirchner promueva medidas para incrementar la producción y un esquema al estilo uruguayo, donde los exportadores subsidian a los productores para que puedan mantenerse los precios de los cortes populares. Una medida de fuerza a comienzos del mes que viene, piensan los ruralistas, podría complicar el abastecimiento de carne durante una época en la que existe un pico en la demanda.

Las otras entidades del campo se diferenciaron de Carbap. Federación Agraria, que un par de semanas atrás protagonizó un duro enfrentamiento con Felisa Miceli, apoyó los anuncios. “Se podrían vender unos 40 mil vacunos adicionales durante diciembre”, calculó Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria, al analizar el aumento en el límite de faena.

También la Rural se mostró conciliadora. Su vicepresidente, Hugo Biolcati, rescató que el Gobierno haya dado una señal de que se evitaría volver a suspender las exportaciones de carnes. También Coninagro, a través de Fernando Gioino, hizo hincapié en el mismo punto.

En Carbap tienen una explicación a esta interna que se abrió entre las distintas asociaciones. “Nosotros dependemos de la carne, mientras que los demás tienen más diversificada la producción. Tienen hacienda pero también soja o maíz. Se pueden defender mejor”, dijeron a este diario desde la Carbap.