El superávit comercial (exportaciones menos importaciones) alcanzó en noviembre 872 millones de dólares, 54 por ciento más que en igual mes del año pasado, y acumula así en los primeros once meses del año 10.929 millones. Las exportaciones están creciendo a tasas record, ayudadas por los buenos precios internacionales, mientras que las importaciones también crecen, acompañando la expansión económica. A los dólares comerciales que ingresan vía liquidación de exportaciones, se sumó en los últimos trimestres un fuerte ingreso de capitales financieros (ver más información en la página12). Así se explica la acelerada acumulación de reservas de este año, y las presiones a la baja sobre el dólar.

Con los números de la balanza comercial en la mano, Felisa Miceli se encargó ayer de destacar las virtudes del modelo de dólar alto. “Son cifras que nos alientan a seguir trabajando en este mismo sentido. Antes, cuando la economía crecía al 5 por ciento anual había una limitante para ese crecimiento. Hoy no hay límite en el plano fiscal y vemos que se corre el límite en cuanto al sector externo; sin crisis en la balanza de pagos o comercial”, señaló la ministra de Economía.

Ciertamente, durante la Convertibilidad, crecimiento era sinónimo de un salto de las importaciones y de déficit comercial, el cual sólo podía compensarse con endeudamiento tomado en el exterior, tanto por el Estado como por las empresas; ingresos de capitales financieros, e inversión directa orientada a la compra de empresas públicas y privadas. Ese delicado “equilibrio” era lo que mantenía la ficción del 1 a 1.

El dólar alto y precios internacionales de las materias primas es lo que posibilita hoy que la economía crezca a tasas cercanas al 9 por ciento con un gran superávit comercial.

Según los datos del Indec, en noviembre, las exportaciones crecieron 26 por ciento –la mayor tasa del año– a 4109 millones de dólares, mientras que las importaciones subieron 20 por ciento a 3237 millones.

Así, en once meses el saldo positivo ascendió a 10.929 millones de dólares, un 3,7 por ciento más que en el mismo período de 2005.

El resultado es producto de una mejora del 15 por ciento en las ventas externas, que llegaron a los 42.333 millones de dólares, y de una suba de 20 por ciento en las importaciones, que acumulan 31.404 millones. A este ritmo, el 2006 cerrará con exportaciones superiores a los 45.000 millones de dólares.

El incremento de las exportaciones durante noviembre fue consecuencia de un alza del 18 por ciento en las cantidades y de 7 por ciento en los precios. Según precisó el Indec, los rubros más dinámicos fueron: mineral de cobre (ventas a Alemania, Brasil, España y China); materiales de transporte terrestre (a Brasil, México y Venezuela); cereales (trigo y arroz a Brasil; y maíz hacia Argelia, España y Libia). También se destaca la suba en valor de las exportaciones de petróleo crudo, a raíz de mayores cantidades embarcadas a China y Sudáfrica.

Durante las primeros once meses del año, el rubro de mayor crecimiento fueron las “manufacturas de origen industrial” (23 por ciento), seguidas por las “manufacturas de origen agropecuario” (15 por ciento), los productos primarios (12 por ciento) y los “combustibles y energía” (7 por ciento). Igualmente, la principal exportación del país continúa siendo un producto de bajo valor agregado: “residuos y desperdicios de la industria alimentaria”, los famosos pellets de soja. Entre enero y noviembre se exportaron 4217 millones de dólares.

Sin embargo, las exportaciones de la industria automotriz vienen ganando espacio rápidamente. En los primeros once meses, las ventas al exterior de “material de transporte terrestre” (a Brasil, México y otros países de la región) crecieron un 37 por ciento, alcanzando los 3647 millones de dólares.

El principal destino de las exportaciones es el Mercosur, que acapara el 21 por ciento del total, con un crecimiento del 28 por ciento entre enero y noviembre. De los 8910 millones destinados al Mercosur, el 82 por ciento corresponden a ventas a Brasil. En segundo lugar se ubica la Unión Europea; en tercer lugar, los países asiáticos más China; luego el Nafta. Las exportaciones a Chile se mantuvieron estancadas durante el año, pero ascendieron a 4038 millones de dólares.

Por el lado de las importaciones, el Indec explica que el 62 por ciento del incremento se explica por “las mayores compras de bienes intermedios y de piezas y accesorios para bienes de capital”. El Mercosur es el principal proveedor del país, con el 37 por ciento de las importaciones. Pero el mayor crecimiento de las compras tiene origen en China y los países asiáticos (30 por ciento).