A pesar de la tendencia decreciente en la producción energética, las exportaciones del sector registraron un aumento del 7 por ciento en los primeros diez meses de este año en comparación con las de igual período del año pasado. Las de gas, en particular, fueron las que más crecieron. La oferta tuvo un comportamiento dispar. La generación eléctrica subió 7 puntos en el mismo lapso, pero la producción de gas lo hizo apenas 0,4 y la de petróleo cayó 1,6. La situación más complicada se evidencia en este último producto, que en septiembre cumplió 30 meses de caída interanual casi consecutiva.

“La emergencia energética se mantendrá por un período mínimo de dos a tres años”, concluyó la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), que recopiló los datos sobre producción, consumo interno, exportaciones y precios del sector. Al analizar lo que ocurre con el gas, se da la paradoja de que hay un estancamiento en la producción, una caída de la demanda y un incremento de las exportaciones. La primera subió 0,4, la segunda cayó 0,6 y la tercera trepó 7 por ciento. En esas condiciones, el negocio lo hacen las petroleras.

“La baja del consumo parece estar vinculada con la necesidad de acomodar su evolución a la de la escasa producción, lo que disminuye el uso de gas en las centrales eléctricas (reemplazándolo por el fuel oil), así como en las principales industrias (con cortes que obligaron también al uso de combustibles alternativos), factores a los que se suma el menor consumo de GNC”, apuntó IES.

En lo referido a la producción de gas por empresa, la de Repsol YPF mostró un retroceso de 6,4 por ciento, agravando una tendencia que se remonta a 2004. De los grandes operadores, fue la única que tuvo caídas. En cambio, aumentaron las de Pan American Energy (8 por ciento), Total (7,5), Petrobras (3,7) y Pluspetrol (1,4). Más grave aún es el panorama en la producción de petróleo. La extracción de crudo retrocedió 1,6 por ciento y se encuentra en un nivel menor al de 1995. “Su decrecimiento es constante desde 1998, cuando había alcanzado el pico histórico”, recordó IES.

“En el segmento petrolífero, si bien se han anunciado inversiones, están destinadas a optimizar la explotación de pozos existentes y sólo en escasa medida a nuevos pozos que permitan incrementar las reservas, y la misma situación se observa en el segmento gasífero”, advirtió la consultora. La producción de Repsol YPF bajó 5,6 por ciento, la de Petrobras, 5,0, y la de Chevron, 12. En tanto, la de Pan American Energy subió 2,7.

En el mercado eléctrico, la generación creció 7 por ciento, en especial por la buena performance de la generación hídrica. La demanda, por su parte, experimentó una suba de 5,8. “El consumo de potencia tocó los 17.252 megavatios, muy cerca del record de 17.397 megavatios de julio, prácticamente al límite de la capacidad de generación: 18.000 megavatios”, indicó IES. En el NEA y el NOA es donde más creció la demanda, 17 y 13 por ciento, por lo que allí aumenta el riesgo de cortes de energía.