La ministra de Economía, Felisa Miceli, recibirá hoy por la mañana a representantes de carnicerías y supermercados para comunicarles el alcance del acuerdo firmado con productores y frigoríficos la semana pasada. “La industria se comprometió a mantener sin cambios el precio de la media res. Por lo tanto, los minoristas no deberían afrontar subas que los lleven a aumentar el precio de la carne en los mostradores. Vamos a controlar que se cumpla lo acordado a través de la Oncca, Senasa y Defensa del Consumidor”, señaló una fuente del Ministerio a Página/12. De este modo, se busca desacreditar las versiones que circularon en los últimos días pronosticando desabastecimiento y subas de precios.

Los convocados para hoy son Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Carnicerías de la Capital Federal, y Alejandro Vivanco, gerente del supermercado Coto, quienes luego de ser recibidos por Miceli, se quedarán analizando la situación del sector con el subsecretario de Defensa del Consumidor, José Luis López, y el jefe de gabinete del ministerio, Carlos Cleri.

El acuerdo contempla un “sinceramiento” de los valores de la hacienda. En el caso del novillo, por ejemplo, la cotización pasó de 2,40 pesos el kilo vivo a una banda que oscila entre 2,90 y 3 pesos, pero, según las partes, eso no debería provocar una suba de los precios minoristas porque los valores de referencia, impuestos por la Secretaría de Comercio interior, ya no se respetaban. Los frigoríficos hace tiempo que compran el kilo vivo a tres pesos y ya habían trasladado esos valores a la media res. “Nosotros vamos a seguir vendiendo al mismo precio”, señaló ayer a Página/12 Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne.

Sin embargo, Pedro Apaolaza, titular de Carbap, denunció el viernes que ese día el mercado “funcionó con sobreprecios de 50 centavos en terneros y vaquillonas y de 20 a 30 centavos en novillos”, dando a entender que el acuerdo había fracasado desde su inicio. Desde el Gobierno, ayer le respondieron con dureza: “Tuvieron que adelantar el final de la protesta por falta de apoyo, ni siquiera pudieron convocar a una manifestación y ahora buscan boicotear el acuerdo por intereses políticos. Jorge Srodek, secretario de Carbap, es hermano del tesorero de López Murphy y no hay que olvidarse que estamos en medio de la campaña electoral”, sostuvo la fuente del ministerio consultada por este diario.

El lockout agropecuario impulsado por Carbap había comenzado el 30 de abril y debía extenderse hasta hoy, pero el viernes se decidió levantarlo. “El paro fue exitoso y lo damos por finalizado para que el lunes el mercado pueda funcionar con normalidad y sin los problemas que se producen cuando hay tantos días sin envíos”, aseguró Apaolaza. Fuentes del sector señalaron a este diario, en cambio, que luego del acuerdo firmado por las otras entidades se decidió adelantar el final porque el impacto del lockout iba a disminuir, ya que muchos productores habían decidido comenzar a enviar hacienda cuando se dejó sin efecto la intervención oficial en Liniers. Cuando se consultó a Apaolaza sobre porque no habían convocado a ninguna manifestación, pese a haber sido anunciadas como parte del plan de lucha, el dirigente sorprendió al señalar que no se realizaron debido al “respeto que se siente por los productores, que están levantando la cosecha de granos gruesos”. Carbap y Cra aseguraron que esta semana presentaran una propuesta propia reclaman la “liberalización total de los mercados”.