El Gobierno volvió a pisar el freno con el proyecto de ley que regula a las prepagas. Ayer lo excluyó del listado de temas a tratar en la sesión de la Cámara de Diputados, a pesar de que la iniciativa ya está lista para su aprobación. La cámara que agrupa a las empresas de salud está ejerciendo una fuerte presión para cambiar aspectos sustanciales de la propuesta, como la obligación de pedir autorización para aumentar las tarifas o la prohibición de rechazar usuarios por su edad o por enfermedades preexistentes.

El proyecto viene dando vueltas desde fines del año pasado. Cada vez que está a punto de obtener la media sanción de la Cámara baja, llega una contraorden del Poder Ejecutivo que la posterga. Como consecuencia de ello, el Gobierno se quedó sin una herramienta legal que le habría permitido frenar el incremento que las prepagas aplicaron en el verano, de entre 18 y 22 por ciento. La solución frente a esa suba que imaginaron la Superintendencia de Salud y la Secretaría de Comercio Interior fue la creación de los copagos. En la práctica, los usuarios lo tomaron como un mal maquillaje de los aumentos y el 90 por ciento de ellos los rechazó.

En respuesta a esa situación, que le acarreó un costo político, el Gobierno se comprometió a impulsar la ley regulatoria de las prepagas antes de mitad de año. La Superintendencia de Salud acordó la redacción de la iniciativa con diputados del oficialismo, incluyendo algunas de las demandas de las prepagas. La tarea finalizó a mediados de mayo y el proyecto se incluyó para su tratamiento en la sesión del 23 de mayo. Sin embargo, a último momento el Ministerio de Salud reclamó introducir nuevos cambios. En consecuencia, la ley quedó en stand-by. El compromiso era volver a elevar el proyecto para que fuera discutido en la sesión de ayer, pero otra vez se postergó.

Hasta ahora, la que es la última versión de la ley presenta como punto más destacado la creación de una comisión permanente para controlar a las prepagas. Su misión fundamental es autorizar a rechazar subas de tarifas en función de los costos de las empresas.