Por primera vez desde la crisis, el Gobierno colocará un bono en pesos a tasa fija. Será a cinco años de plazo y por un monto máximo de 1500 millones de pesos. El objetivo de la licitación es contar con una tasa de referencia en pesos para facilitar los créditos bancarios. En la city porteña prevén que la tasa de corte rondará entre 12 y 12,2 por ciento anual.

Para que los bancos locales compren el título, el Banco Central otorgó facilidades adicionales a los suscriptores. Si las entidades locales adquieren el papel, el BC logrará sacar de circulación pesos del mercado. No obstante, el bono tiene un gran atractivo para los fondos de inversión internacionales, ya que la suscripción excluye el encaje del 30 por ciento de cuando se ingresan divisas desde el extranjero.