Latinoamérica fue el principal motor de los crecientes ingresos de Telefónica de España, que tiene fuerte presencia en todo el mapa regional, desde Centroamérica hasta la Argentina, donde reside el grueso de su clientela. La firma hispana tuvo un beneficio neto consolidado de 3830 millones de euros (5232 millones de dólares) durante el primer semestre del año, un 66,4 por ciento superior al mismo período del año pasado.

La información fue proporcionada por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores española, que por escrito atribuyó aquella bonanza al “sólido crecimiento orgánico de todos los negocios”, la “óptima diversificación por zonas geográficas y negocios, la buena estructura de costos y la materialización de las sinergias”.

Todos los números consignados en el balance comercial son auspiciosos. El volumen total de facturación llegó a los 38 mil millones de dólares, un 10,6 por ciento más que en el 2006. El beneficio operativo antes de amortizaciones llegó a los 15.395 millones, un 21,9 por ciento más. Presumiblemente, el mayor aumento proporcional de las utilidades en relación a los ingresos será porque se está modificando el mix de este rubro: crecen más las ventas del lucrativo servicio de los celulares en relación al de la telefonía fija.

En consonancia con aquellas subas, también crecieron un 6,7 por ciento las inversiones del grupo, hasta los 4382 millones de dólares; la cantidad de personal que trabaja para el grupo también aumentó en 18.234 personas (8,2 por ciento), hasta alcanzar un total de 240.912 empleados.

También la base de clientes de Telefónica creció en todo el mundo un 11,3 por ciento, hasta llegar a los 212,6 millones, de los cuales 45 están en España (5,5 por ciento más que hace un año), 121,8 millones en Latinoamérica (13,9 por ciento más) y el resto en Telefónica de Europa.