Un relevamiento realizado en la última semana de julio por la asociación de consumidores Deuco detectó fuertes aumentos en los precios de frutas y verduras respecto del mes anterior. El zapallito encabezó el ranking con un incremento de 250 por ciento, seguido por la cebolla y la papa, que treparon 145 y 135 por ciento, respectivamente. También subieron el tomate (110), la batata (65), la naranja (55), la lechuga criolla (40), la manzana (30) y el limón (15 por ciento). Al impacto que suele generar en los precios la estacionalidad, se le sumó en esta ocasión un invierno excepcionalmente frío, fuertes aumentos de algunas exportaciones y la reducción de la superficie destinada a muchos de esos cultivos.

El panorama de la ensalada de lujo es el siguiente:

- Zapallito. Subió en promedio de 2,7 a 9,5 pesos. Es un cultivo que durante el invierno se produce casi exclusivamente en Salta, Jujuy, Corrientes y Formosa. Recién a partir de septiembre comienzan a sumarse otras provincias como Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, en ese orden. La estacionalidad genera una restricción en la oferta que por estos días se vio potenciada por heladas que incluso llegaron a las provincias del norte.

- Cebolla. El kilo aumentó de 1,20 a 2,95 pesos. Capital Federal y el conurbano se abastecen de la producción proveniente del sudeste de la provincia de Buenos Aires (Carmen de Patagones, Villarino, Ascasubi, entre otras localidades) y el valle inferior de Río Negro. Se suele cosechar en marzo. Los especialistas consultados por Página/12 aseguraron que la causa del aumento no hay que buscarla en el frío sino en el aumento de las exportaciones. Brasil concentra cerca del 60 por ciento de las compras, pero en los últimos meses aumentó la demanda de Europa y Estados Unidos presionando sobre los precios internos.

- Papa. El precio promedio trepó de 1,09 a 2,56 pesos. La mayor producción se concentra en la localidad de Balcarse, al sudeste de la provincia, y en Villa Dolores, Córdoba. El frío afectó las plantaciones quemando parte de la producción, pero la razón del aumento también debe buscarse en la reducción de la oferta, debido al avance de la soja y el maíz sobre zonas en la que tradicionalmente se dedicaban al cultivo de papa.

- Tomate. Aumentó de 2,87 a 6,05 pesos el kilo. Su situación es similar a la del zapallito. Es un cultivo que durante el invierno se produce fundamentalmente en el norte del país. Las heladas afectaron una producción de por sí escasa para este período y los especialistas afirman que en los últimos años la demanda se mantiene fuerte en invierno, situación que también se refleja en los precios.

- Batata. El kilo aumentó 65 por ciento en promedio. Se produce fundamentalmente en las localidades bonaerenses de San Pedro y Baradero y en el centro norte de Santa Fe. El consumo crece fuerte en el invierno. El clima frío afectó las producciones, pero ahí también se ha ido registrando un avance de cultivos más rentables como la soja y el maíz.

- Lechuga criolla. En julio subió de 2,28 a 3,32 pesos el kilo. Los cinturones verdes donde se produce la verdura de hoja para abastecer a Buenos Aires se concentran fundamentalmente en las localidades de La Plata, Florencio Varela y Escobar. Esas zonas fueron duramente golpeadas por la nevada que hasta hace poco sólo se veía en fotos. Sin embargo, también incide en los precios la caída de la producción provocada por el avance de la superficie urbana (los countries les ganaron terreno a las quintas), el reemplazo por cultivos más rentables y el retiro de muchas familias bolivianas que antes se dedicaban a estas producciones.

- Manzana. Subió 30 por ciento en promedio. La cosecha se realiza de febrero a abril. Por lo tanto, los expertos descartan una suba de precios motivada por las bajas temperaturas. En este caso, lo vinculan con una menor producción y un aumento de las exportaciones en los últimos meses.