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A partir del primer día de setiembre, el gasoil diferencial que consume el autotransporte de pasajeros subirá a 85 centavos, 10 más de lo que cuesta en la actualidad, y el que utilizan los camiones de carga llegaría al peso por litro, resultado de aplicar sobre el precio del surtidor un descuento del 20 por ciento. Para garantizar la provisión de combustible más barato a las empresas de colectivos, las refinadoras reclamaron compensaciones que el gobierno aún analiza: Repsol YPF se conformaría con que se permita aumentar libremente el precio de producción del gas.
Con el propósito de evitar un incremento en la tarifa del transporte público, el gobierno de Eduardo Duhalde benefició a los autotransportistas con un subsidio por cada coche registrado y sellando un acuerdo con las refinadoras para que vendan gasoil a precio diferencial. Cuando este acuerdo expire, a fin de mes, las empresas de colectivos seguirán gozando de ambas prerrogativas, aunque ésta última será algo menos generosa.
En el caso del transporte de carga el Estado pagaría la diferencia entre el valor diferencial del gasoil y el de surtidor otorgando un subsidio expreso. Pero el beneficio no se extendería al autotransporte de pasajeros con carga al fisco. Por esta razón, las refinadoras plantearon distintas prerrogativas a fin de garantizar la provisión de combustible a precio diferencial.