Definitivamente, el tema de la inflación quedó instalado en el centro de la escena de la campaña electoral. Curiosamente, ayer fue el Presidente de la Nación quien eligió ubicar el tema en ese sitio. “Hoy (por ayer) algunos matutinos hablan del índice oficial y del índice de los privados, generalmente hechos por privados que fueron responsables de la hiperinflación en la Argentina”, señaló Néstor Kirchner en el discurso que dio tras la firma del convenio de adhesión de Argentina a la Corporación Andina de Fomento, en la Casa Rosada. “Dicen ‘consultores privados’ como si fueran gurúes –describió–. Fueron responsables de la crisis que tuvo Argentina, del vaciamiento institucional de los años ’90; los argentinos tienen que tener mucho cuidado con esos consultores privados, son todos pagados por sectores que tienen poco que ver con el país, son empleados de grupos económicos, no vayan a creer que son librepensadores”, los descalificó.

Kirchner eligió como ámbito para hacer estas duras declaraciones al encuentro con funcionarios de distintos organismos internacionales, como el BID y el Banco Mundial, con el evidente fin de instalar su posición en un tema que ya trascendió las fronteras. “Acá en la Argentina, para que ustedes lo tengan claro, el índice está perfecto, se lo ha supervisado perfectamente, lo hemos hecho auditar –afirmó enfático Kirchner–. Hablamos del índice del Indec, estamos en un proceso electoral y entonces, como no saben qué hacer, han inventado esta idea del índice de la oposición.”

Luego se refirió a algunas propuestas formuladas como recetas para contrarrestar la inflación. “No vamos a ir hacia un modelo recesivo, estos economistas que ustedes conocen bien dicen que hay que enfriar la economía, que la tenemos que graduar (para que crezca) al 6 por ciento, porque tenemos que tener el dólar a tal nivel”, a lo que respondió “nosotros queremos la libre flotación del dólar, no vamos a aplicar recetas recesivas. Acuérdense que en el año 1999 el país estaba por salir (¿de la recesión?), llegó la Alianza con muchos de estos economistas, puso un impuestazo en el país y generó una recesión que nos llevó a la situación del 2001”.

Justamente ayer, antes de las palabras Kirchner, el economista y ex representante del banco de inversión estadounidense J.P. Morgan Alfonso Prat Gay, en una entrevista radial, insistió en la idea del enfriamiento de la economía. El elegido por Elisa Carrió para ser ministro de Economía en un eventual gobierno suyo señaló que “no es una opción seguir creciendo al 9 por ciento (anual), esta idea de insistir en seguir creciendo más allá de nuestras posibilidades tarde o temprano nos lleva a un problema. Se ha instalado una falsa opción”.

Prat Gay fue presidente del Banco Central del último año del gobierno de Eduardo Duhalde –con Roberto Lavagna como ministro– y permaneció en el cargo por unos meses en la primera etapa del gobierno de Néstor Kirchner. Luego renunció tras desavenencias con éste y fue reemplazado por Martín Redrado. Carrió lo eligió su asesor de cabecera en materia económica en reemplazo de Rubén Lo Vuolo, economista vinculado con la CTA, el año pasado, en coincidencia con un giro hacia posiciones proempresarias de la ex titular del ARI y actual candidata de la Coalición Cívica. Entre ellas, las propuestas formuladas en las últimas semanas en relación con el “enfriamiento” de la economía –eufemismo en lugar de ajuste recesivo–, a favor de “una moneda fuerte” –dólar bajo– o el plan agropecuario que tiene como eje la eliminación de las retenciones a la exportación. Medidas, todas, coincidentes con los reclamos del establishment.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, también se sumó a las críticas a la oposición, cuestionando “el modo que ventila el tema irresponsablemente, tratando de generar expectativas inflacionarias para arruinarle la vida a la Argentina y no para ganarle a Cristina Kirchner”.

Desafió, en tal sentido, a que quienes dicen tener un índice más alto de suba de precios muestren las estadísticas en base a las cuales lo afirman.