Después de un minucioso análisis sobre las consecuencias legales de la medida, el Banco de la Ciudad de Buenos Aires resolvió no transferir al Tesoro de la ciudad los 200 millones de pesos que le ordenó la Legislatura. La decisión fue comunicada ayer por el presidente, Julio Macchi, que consideró que ese auxilio implicaría un “castigo muy fuerte” para entidad. De esta manera, se bloqueó un mecanismo que habría permitido paliar el déficit de las cuentas, alivianando la tarea de la administración de Mauricio Macri.

Cuando se votó la última modificación presupuestaria, los legisladores afines a Jorge Telerman y los macristas avalaron la orden de que el banco hiciera aquel aporte excepcional al Tesoro. La decisión, objetada en el recinto por la minoría opositora, fue luego revisada por el directorio del banco con la consigna de evitar que sus miembros pudieran ser imputados por violar la legislación vigente, que no contempla traspasos de esa naturaleza.

“Lo hemos analizado desde el punto de vista legal y contable.

Quedan algunas dudas, pero los números del banco hoy realmente no permiten hacer una asistencia de ese tipo. Aunque no lo queremos, tenemos decisión y voluntad de hacerlo”, sostuvo Macchi en declaraciones radiales. El principal impedimento sería la fragilidad en la que quedó la entidad tras la redolarización de los depósitos ordenados por la Justicia y que implicarían para el banco una erogación de 500 millones de dólares.

Macchi puso acento en la debilidad de las cuentas de la propia entidad, eludiendo los otros puntos urticantes del tema, como que el directorio que preside podría haber sido acusado de violar la carta orgánica y normas del Central al concretar aquel traspaso.