Jueves, 11 de septiembre de 2008 | Hoy
Jorge Todesca
Director de Finsoport
“Hoy la presión inflacionaria es menor que en abril o en el segundo semestre del año pasado. Nosotros vemos que hay una política antiinflacionaria de facto: suben las tasas, se ancla el tipo de cambio, se controla la expansión de la liquidez. En ese sentido lo único que falta es bajar el ritmo del gasto del Gobierno. La caída en el precio internacional de los commodities también explica en parte la menor presión inflacionaria. Los alimentos no están subiendo como el año pasado y la baja en algunos insumos como aluminio y cobre disminuye los costos industriales. Además se está reflejando una desaceleración en el lado de la demanda, hay menos créditos personales. Las herramientas están dispersas y son poco efectivas. Es necesario ponerlas a todas juntas a trabajar en conjunto de manera coordinada en un programa económico y con estadísticas públicas confiables. Hay que manejar los salarios para que no se produzca un desborde y controlar el gasto publico.”
Fabián Amico
Universidad de Luján
“Hay una idea generalizada que explica que la inflación está asociada a un crecimiento excesivo en el gasto, en la demanda agregada, por encima de la oferta. Pero la inflación actual no está asociada a restricciones del lado de la oferta. Ni tampoco se controla reduciendo el gasto público. La inflación tiene que ver con un conflicto de puja redistributiva y de costos. Para un asalariado un ajuste del 20 por ciento en su salario puede parecer poco. Pero para una empresa, con un tipo de cambio nominal anclado, es un fuerte ajuste en sus costos en dólares que termina trasladando a los precios y termina afectando a los salarios reales. Para que esto no suceda es necesaria una intervención del Estado que permita pactar aumento de salarios sin aumentos de precios. En este sentido arreglar el asunto del Indec es condición necesaria pero no suficiente. El Estado tiene que explicitar su política cambiaria, el dólar hoy funciona como el ancla inflacionaria. Además es necesario tener un plan agropecuario que exceda las retenciones y permita desacoplar la evolución de los precios locales de los internacionales.”
Roberto Dvoskin
Universidad de San Andrés
“La inflación parece estar cediendo en parte por un avance más lento del consumo. Hoy se presenta como un problema menos grave desde el punto de vista numérico que hace seis meses. De todas formas el indicador actual no sirve y no es creíble ni para el propio gobierno. Hay que actuar rápidamente no sólo sobre las cuestiones metodológicas del índice sino que es necesario pensar un nuevo plan estratégico para el Indec para los próximos 50 años. Para controlar la inflación hay que lograr convenios salariales de más largo plazo que garanticen una recuperación progresiva en las remuneraciones. Esto se tiene que dar en el marco de un acuerdo social que establezca un sistema de premios y castigos para las empresas. Si lo cumplen, si se mantienen en las pautas de precios reciben beneficios fiscales. Con respecto al precio internacional de los alimentos y las materias primas, para evitar que los aumentos externos se trasladen a los precios locales son necesarias las retenciones. Pero no puede ser que se cobren de manera indiscriminada. Hay que ver cómo afecta a cada uno de los productores los precios.”
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