El camino es siempre el mismo. La incertidumbre y el malestar frente a la negativa del Congreso estadounidense al megasalvataje condujo a los fondos de los inversores otra vez a refugiarse en “activos seguros”, y ante tanto ruido, nada mejor que el oro, que ayer ganó seis dólares. El resto de los commodities operó a la baja, ante la posibilidad cierta de un estancamiento de las principales economías mundiales, lo que redundaría en un menor consumo. El dólar se apreció frente a casi todas las monedas, salvó contra el yen, debido a que la economía asiática sigue siendo la más sólida frente a las turbulencias.

Luego de que la mayoría del Congreso estadounidense votara en contra del plan de rescate por 700.000 millones de dólares, el dólar se retrajo con respecto al yen 1,6 por ciento. La moneda se debilitó además por las especulaciones sobre un nuevo recorte de la Reserva Federal en su tasa de interés rectora. Frente a las monedas europeas la historia fue otra. En Europa, la libra esterlina tuvo su mayor caída intradiaria con respecto al billete verde en los últimos 16 años, al igual que el euro, que se negoció en 1,44 dólares, debido a que los gobiernos europeos tuvieron que salir al rescate de bancos afectados por la crisis financiera internacional.

Entre los commodities, el precio del petróleo cayó más de diez dólares en los principales mercados y cerraron por debajo de la marca de 100 el barril. Los contratos pactados para noviembre en el mercado de futuros de Nueva York marcaron una caída del 9,8 por ciento, a 96,37 dólares. En Londres, el barril Brent del Mar del Norte cayó más de 9 por ciento, para cerrar en 93,98 dólares.

En Chicago, los precios del trigo, maíz y la soja cayeron en el mercado a futuro, en sintonía con las demás bajas en las cotizaciones de las materias primas. El trigo para entrega en diciembre perdió 48 centavos, a 6,68 dólares, equivalente a una pérdida de 6,7 por ciento; mientras que el de maíz, para el mismo vencimiento cayó 30 centavos, a 5,13 dólares, con una baja del 5,5. El grano de soja con vencimiento en noviembre perdió 6 por ciento, a 401,98 dólares. Entre las elecciones como refugio, además del oro, volvió la demanda de bonos del Tesoro estadounidense, cuyo rendimiento para la emisión a diez años bajó a 3,6 por ciento.