Los senadores Barack Obama y John McCain dejaron sus campañas de lado temporariamente y regresaron a Washington para votar a favor del rescate de 700.000 millones de dólares. Fue un hecho curioso en el Capitolio, marcando la segunda vez en menos de una semana que los dos candidatos presidenciales se encontraron.

Obama habló en apoyo del plan, pero McCain no se dirigió a la cámara. Mientras sus colegas estaban reunidos en el piso del Senado para una serie de votos, Obama se dirigió hacia el lado republicano para saludar a su rival con un apretón de manos. Fue recibido por McCain con una mirada fría y un breve sacudón de manos. Antes del último pasaje de la legislación, Obama presentó su caso en un discurso de 13 minutos. Era casi, palabra por palabra, el mismo argumento que uso con los votantes durante la campaña los últimos dos días.

“No podemos correr el riesgo de que la economía de Estados Unidos de América y la economía del mundo entero se hundan en un agujero muy, muy profundo”, dijo el senador de Illinois. “A los demócratas y a los republicanos que se han opuesto a este plan, yo les digo que asuman el desafío y hagamos lo que corresponde.”

“Este plan no es perfecto”, les dijo Obama a miles de personas en una reunión en el centro de La Crosse, Wisconsin, no lejos del río Mississippi. El candidato agregó que el plan había sido mal interpretado y pobremente comunicado. “Los demócratas y los republicanos en el Congreso están muy preocupados por él. Sé que muchos estadounidenses comparten esas preocupaciones, pero es claro que esto es lo que debemos hacer para evitar que una crisis se convierta en una catástrofe.”

En un discurso en Missouri, McCain tuvo conceptos similares cuando habló de la urgencia del momento, que él llamó “la mayor crisis financiera de nuestros tiempos”. “Le tomó un tiempo al Congreso, y esas demoras tuvieron sus costos, pero se decidieron ante el peligro”, le dijo McCain al publico en Independence, Montana. “Y hoy, con la unidad que exige esa crisis, el Congreso trabajará nuevamente para restaurar la confianza y la estabilidad en la economía estadounidense.” Añadió que “ya habrá tiempo para determinar quién tuvo la culpa de lo que sucedió, especialmente en el caso de Fannie Mae y Freddie Mac y los abusos y tratos políticos que corrompieron a esas instituciones, pero nuestro deber ahora es arreglar el problema”.

“Después del 11 de septiembre, nuestros líderes nacionales se unieron en un momento de crisis”, agregó McCain. “Ahora, con esta medida, tenemos la oportunidad de reunirnos para probar que Wa-shington es capaz otra vez de conducir a este país.” En publicidades televisivas ayer por la mañana, cada uno de los candidatos dedicó sus mensajes a la economía.