Libia decidió aprovechar la crisis financiera y crediticia internacional para realizar inversiones en los mercados inmobiliarios extranjeros que experimenten una fuerte caída de precios. Un comité económico del Ejecutivo de ese país acordó “diversificar la utilización de sus reservas de divisas y concentrarlas en la inversión directa en el mercado inmobiliario”. Según fuentes gubernamentales, las inversiones internacionales del país no se vieron afectadas por la crisis gracias a su política de diversificación del riesgo inversor. Libia es el tercer productor de petróleo de Africa y actualmente se extraen de su subsuelo dos millones de barriles de crudo al día.