Para el Indec, los precios de los productos que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA) bajaron de precio en lo que va del año. Para una familia tipo costó a fin de diciembre de 2007 442,18 pesos, mientras que en septiembre último cayó a 440,35 pesos, un 0,41 por ciento. Si la comparación se hace con los valores de un año atrás, la baja es de 1,0 por ciento, ya que en aquel momento se conseguía a 445,0 pesos. El organismo indicó que en relación con agosto último, la CBA se encareció 0,33 por ciento.

La CBA define la línea de indigencia. Una familia compuesta por un jefe de hogar de 35 años, su esposa de 31, una hija de 8 y un hijo de 5 –ése es uno de los tres hogares que presenta el Indec como ejemplo en su informe– necesitó reunir 440,35 pesos el mes pasado para no ser indigente.

En cuanto a la Canasta Básica Total, que además de alimentos contempla gastos en transporte y vestimenta, entre otros, el valor de septiembre para aquella misma familia fue de 969,32 pesos. Si sus ingresos son inferiores a esa cantidad, la familia es considerada pobre por el Indec. Ese valor fue un 0,34 por ciento más alto que en agosto. Y apenas 1,5 por ciento mayor que en diciembre pasado. Es decir que para el organismo de estadísticas, los precios de la CBT avanzaron nada más que un punto y medio en lo que va del año. Si la comparación se hace con septiembre de 2007, el incremento fue sólo de 1,8 por ciento.

Los alimentos –principal insumo de ambas canastas– subieron 0,4 por ciento en septiembre y tuvieron un comportamiento diferenciado. Según la evaluación del Indec hubo subas en carne (0,4 por ciento), aceite y grasas (0,2 por ciento), lácteos y huevos (0,9 por ciento), frutas (2,0 por ciento) y bebidas e infusiones (0,9 por ciento). En tanto, se registraron bajas de 2,1 por ciento en verduras y de 0,4 por ciento en productos panificados.

El Indec no precisó cuáles fueron los motivos por los que la CBA redujo su valor en nueve meses y por otra parte quitó de sus informes los valores individuales y acumulados que podían orientar la explicación. La consecuencia directa de esta situación es que una baja en la CBA invariablemente deriva en una caída del índice de indigencia. Este indicador está bajo debate porque con estimaciones de precios que arrojan subas mayores, el nivel de pobreza e indigencia es muy superior al calculado oficialmente.