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Para el Indec, los productos de la canasta básica de alimentos (CBA) cayeron 0,51 por ciento en enero en relación con igual mes del año pasado y 0,16 por ciento frente a diciembre. Así, la línea de indigencia para una familia con dos hijos de 5 y 8 años quedó determinada en los 443,33 pesos.

Por su parte, la canasta básica total (CBT), con la que se mide la línea de pobreza, alcanzó un costo de 988,32 pesos, reflejando una suba de 0,86 por ciento frente al mes anterior y de 2,18 por ciento contra enero de 2008.

La diferencia responde a que la CBA abarca exclusivamente los alimentos considerados imprescindibles para medir el nivel de necesidades de una familia tipo, en tanto la CBT incluye también otros gastos, como transporte e indumentaria, rubros que registraron aumentos durante el primer mes del año.

El retroceso en el importe de la CBA se explica por la caída del 3,1 por ciento en el precio de la carne y del 2 por ciento en aceites y grasas, siempre según el Indec. Por su magnitud y ponderación, estas bajas fueron lo suficientemente significativas como para compensar subas de 0,3 por ciento en frutas y lácteos, de 0,3 por ciento en verduras, 1 por ciento en bebidas y 0,4 por ciento en productos panificados. “El precio de los alimentos puede no estar subiendo, hasta puede ser que en algunos rubros hayan bajado; sería de esperar por la crisis, pero todo eso pierde relevancia cuando se trata de un dato que viene del Indec”, apuntaron resignados desde una consultora privada.

Los incrementos en la CBT se explican por los aumentos en los servicios públicos que se autorizaron en enero para el transporte público (servicio eléctrico y gas no fueron computados, ver nota principal). No obstante, para el Indec la CBT subió en forma interanual apenas 2,18 por ciento, un tercio de la inflación acumulada para el mismo período, que alcanzó un 6,8 por ciento.