ECONOMíA › “NO ES NECESARIO NI POSIBLE”
Contra un ajuste fuerte
Roberto Lavagna anticipó ayer en conferencia de prensa los argumentos con que intentará resistir el reclamo de mayores aumentos de tarifas que seguramente escuchará en Washington a partir de hoy. “Las tarifas deben cubrir costos operativos, la remuneración del inversor y la reinversión o nuevas inversiones; estos últimos puntos en algunos casos lo cubre y en otros no, pero los costos de producción lo cubren todas” las concesionarias, resaltó, como para desarmar la demanda de maxiajustes masivos.
El ministro destacó que “no es intención del Gobierno, ni cree que en este momento sea necesario ni posible, (aplicar) aumentos demasiado fuertes”. “Lo que las tarifas no deben cubrir es el endeudamiento en el quen han incurrido algunas compañías para la propia compra de las empresas del Estado”, puntualizó Lavagna, con una expresión que ya ayer a la tarde dio lugar a alguna controversia.
Un analista cercano al pensamiento de las empresas destacó anoche que “la recuperación del capital propio o tomado como préstamo para realizar la inversión va a salir del giro del negocio, no hay otra posibilidad, entonces no se entiende bien a qué se quiso referir el ministro, ni cómo hará para diferenciar kas deudas por el origen al que se destinaron”.
Lavagna había planteado que, “en muchos casos, la compra la hicieron empresas públicas de otros países que tomaron deuda para comprar las (compañías) argentinas, y esto no tiene nada que ver ni con la operación ni con la remuneración razonable al inversor, ni con los fondos que les faltan generar para seguir invirtiendo”.
El punto controvertido es que no son pocas las empresas prestadoras que están fuertemente endeudadas con el exterior, por lo que con la pesificación y posterior congelamiento de las tarifas han quedado descolocadas para cumplir sus compromisos.
Varias de ellas, incluso, están en situación de “default”. Son las que necesitan, imperiosamente, un horizonte de aumentos de tarifas para renegociar los pagos de la deuda. Lo que ayer señaló Lavagna le pone límites al uso del argumento de la deuda en favor de solicitar un incremento de tarifas.