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El consumo global de servicios públicos registró en septiembre una caída de 4,4 por ciento con relación con igual mes de 2001, pero creció 0,7 por ciento si se compara con agosto de este año, informó el Indec. Al igual que en meses anteriores se detectaron fuertes bajas en la demanda de servicios esenciales y transportes.
La baja más pronunciada de septiembre se detectó en el servicio de trenes. Los pasajeros transportados en los ferrocarriles urbanos disminuyeron el 18 por ciento, mientras que los usuarios en los interurbanos se redujeron 19,1 por ciento y los subterráneos un 6,6 por ciento. En teléfonos las llamadas urbanas cayeron 9,2 por ciento y las interurbanas el 17,6 por ciento. La telefonía móvil –cuyo auge en los últimos tres años fue el principal impulsor de subas en Indicador Sintético de Servicios Públicos (ISSP)– se observó una disminución de 10,1 por ciento, tanto en la cantidad de aparatos en servicio como en los consumos.
La caída de la demanda de servicios se conoció mientras el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional un ajuste en las tarifas, una nueva advertencia sobre la inelasticidad al alza de los valores que hoy debe pagar la población, al menos para la mayoría de los asalariados que permanecen con ingresos congelados desde antes de la devaluación. Los sectores energético y de agua también mostraron indicadores negativos. La generación de energía cayó 12,9 por ciento, la producción de gas se contrajo 0,1 por ciento y el consumo de agua cayó 2,1 por ciento.
En el transporte de colectivos, una de las pocas áreas con mejoras, los servicios metropolitanos mostraron una ligera suba de 0,4 por ciento.