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“No creemos que la emisión de dinero, ni la demanda, generen inflación. La variación de precios en Argentina está asociada a otros fenómenos como la puja distributiva y la evolución de los precios internacionales de los commodities”, aseguró Mercedes Marcó del Pont. La presidenta del Banco Central visitó ayer la Comisión de Economía del Senado donde fundamentó la actualización del Programa Monetario. La entidad adecuó al nuevo escenario macroeconómico los márgenes dentro de los que debe evolucionar la demanda de dinero. La titular de la autoridad monetaria advirtió que, sin las modificaciones, la política monetaria hubiese enfriado la economía.

La presidenta del Central explicó que el desvío entre el crecimiento proyectado a fines de 2009 y la situación actual hicieron imposible cumplir con el Programa Monetario. El dato original contemplaba un aumento del PIB del 2,5 por ciento, mientras que hoy el Central espera un alza entre 8,9 y 9,5 por ciento. La economista argumentó que la cantidad de dinero acompaña la evolución en el nivel de actividad.

“Sostener el Programa Monetario hubiera supuesto inevitablemente una política monetaria contractiva restringiendo el crecimiento y el nivel de empleo”, señaló. La funcionaria apuntó que, para cumplir con las metas originales, el Central debería haber dejado apreciar el tipo de cambio erosionando la competitividad o aumentando las tasas de interés, con la consecuente contracción del crédito y atracción de capitales especulativos.

Los cambios ya están vigentes hace diez días, pero la visita al Senado de Marcó del Pont y su equipo es parte del mecanismo institucional correspondiente cuando se modifica el Programa Monetario. Según el informe elaborado por los técnicos del BCRA, también operaron como factores de la mayor demanda de dinero el alza en los préstamos al sector privado y la reducción en la fuga de capitales. En ese sentido, reconoció que el nivel de crédito de la economía argentina es muy reducido y relativizó el impacto sobre la cantidad de dinero de la remisión de utilidades del Central al Tesoro.

Ante la consulta de los senadores radicales Ernesto Sanz, Gerardo Morales y Laura Montero, la funcionaria rechazó la visión monetarista del incremento de precios sobre la que advertían los senadores. Esos legisladores sostuvieron que el BCRA estaba convalidando una mayor inflación al incrementar más de 10 puntos porcentuales el límite superior para las metas anuales de los agregados monetarios –pasó de 19,1 por ciento a 29,9 por ciento–. Marcó del Pont respondió que el único parámetro que se modificó para estimar las nuevas bandas fue el crecimiento del PIB, dejando constante el resto de las variables, incluida la proyección de inflación.

Para la teoría en la que basaron sus intervenciones los legisladores opositores, la emisión de dinero genera inflación. Por eso, la jefa del BCRA fue más allá y aseguró que “los aumentos de precios no tienen nada que ver con cuestiones monetarias o las mejoras de salario”, y apuntó a otras causas como la puja distributiva y la evolución de los precios internacionales.

El interesante intercambio entre los legisladores opositores y las autoridades del BCRA debió concluir ante la solicitud de la senadora por el Peronismo Federal Liliana Negre de Alonso. La legisladora puntana tenía reservado el Salón Eva Perón para discutir su proyecto de ley de Objeción de Conciencia, donde establece que los funcionarios de los distintos registros civiles pueden negarse a actuar en el casamiento de personas del mismo sexo.