El conflicto en los secundarios sigue, a pesar del optimismo del ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, quien después de entregar el lunes su Plan de Obras a los alumnos opinó que se estaba “avanzando hacia una solución”. Ayer, las asambleas de 12 escuelas porteñas ratificaron las tomas y para hoy se anunciaba que otros cinco establecimientos podrían retomar las medidas. Anoche, consultada sobre la situación en las escuelas porteñas, la presidenta Cristina Fernández se mostró de acuerdo con los reclamos estudiantiles: “No me parece demasiado lo que piden. Por lo que escuché, piden un plan de obras”. Agregó que el planteo es “más positivo que lo que hacen los miembros de la oposición” al gobierno nacional. “No me parece mucho lo que piden y no escuché insultos ni agravios. Los escuché hablar (a los estudiantes) con mucho criterio y respeto. Sólo piden solución al problema.” La Presidenta habló del tema en el Correo Argentino, al presentar un proyecto de estrategia territorial.

Al conflicto estudiantil se volvió a sumar ayer el Colegio Nacional Carlos Pellegrini, cuyos alumnos van a participar hoy, desde las 8, de una movilización convocada por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). Los estudiantes marcharán hasta la sede del Consejo Superior de la UBA, en Viamonte al 400. Aunque este colegio no depende de la ciudad, su situación edilicia es tan precaria como las de los otros establecimientos. El Pellegrini ya estuvo en conflicto y “antes de la primera toma no teníamos gas y ahora sí. Pero el problema nuevo es que se cayó parte de un techo y un tubo de luz, además de problemas en el sistema eléctrico que nos dejaron sin luz, y necesitamos más pizarrones, bancos y arreglar los pupitres rotos”, le explicó a Página/12 Ornella, estudiante del colegio nacional y militante de la agrupación EPA! (UJS-PO). Juan Manuel, alumno del Normal 6, confirmó que ayer se votó la toma durante el turno mañana, pero a la noche se estaba debatiendo si la medida se tomaba “con clases o sin clases”.

Este diario pudo confirmar que se ratificaron las tomas, al menos en los siguientes colegios: Fernando Fader, Julio Cortázar, normales 1, 3, 5, 6 y 7, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Lengüitas, Liceo 12, María Claudia Falcone y en el Carlos Pellegrini. Anoche, fuentes del Ministerio de Educación le dijeron a este diario que el titular de la cartera “no asumió ningún compromiso de reunirse nuevamente con los estudiantes el próximo viernes”. De ese modo contradijeron lo anunciado por los jóvenes que participaron el lunes de la reunión con Bullrich.

El vocero aclaró que “lo único que piensa hacer el ministro es concurrir a once escuelas que se sumaron ayer (por el lunes) al conflicto protagonizado inicialmente por 27 colegios, a los que ya se les presentó el plan de obras”. Según la fuente, “las obras previstas son más de 300 porque involucran a otras escuelas que no están en conflicto y lo que va a hacer Bullrich es reunirse con la comunidad educativa (padres, alumnos, docentes, comités de mediación) de esas once escuelas que hicieron llegar ahora su reclamo, para explicarles lo que se va a construir en esos establecimientos. Pero el viernes, el ministro no tiene prevista ninguna reunión con la coordinadora de secundarios”.

Ayer, al ser consultados sobre este cambio en la información inicial, que hablaba de un nuevo encuentro el viernes, voceros de la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES) insistieron en que el ministro “si quiere solucionar el conflicto, va a tener que darnos una respuesta, el viernes, a los representantes de las 27 escuelas en conflicto”, sobre todo a aquellos colegios que consideraron insatisfactorio el plan de obras y que presentaron contrapropuestas que tienen que ser analizadas por Bullrich”. Todo indicaría que el futuro del conflicto se va a definir el sábado próximo, cuando está prevista la realización de una asamblea de la CUES.

La situación sigue sin resolverse y ayer se renovaron los carteles que dicen “Colegio tomado”, como ocurrió en la Escuela Normal de Lenguas Vivas Número 1, Lengüitas. Lola Urquiaga, del Centro de Estudiantes de esa escuela, concluyó que volvieron a la toma “porque el plan de obra es incompleto, es el plan que ya estaba, de puesta de puertas y ventanas y carpintería, pero hay otras necesidades que no fueron contempladas”.