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- Abuelo. “¡Fuiste abuelo, te felicito!”, saludó Cristina Kirchner al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, ayer a la mañana. Fue en un pasillo del Hotel Martínez, adonde la Presidenta había ido a ofrecer una conferencia ante empresarios. El funcionario se moría de ganas de contarle cómo llamaron a la bebé: “Victoria Eva”, le dijo, muy peronista.

- Majestic. El hotel donde se encuentra alojada la mandataria argentina es un clásico de Cannes entre actores y actrices de fama mundial. Algunos de sus habitués son Angelina Jolie, Brad Pitt, Michael Douglas, Sean Penn y Colin Firth. Pero en estos días dominan allí las figuras de la política. Además de CFK, se alojan el local Nicolas Sarkozy, la alemana Angela Merkel y la titular del FMI, Christine Lagarde.

- Costumbres. Cada cultura tiene su particularidad. Una curiosidad francesa es que en los baños de hombres del Centro de Prensa hay casi todo el tiempo una persona limpiando, lo cual hace que los artefactos estén relucientes. Eso no sería nada extraño, lo particular es que quienes hacen el trabajo son mujeres, que permanecen allí mientras los hombres hacen sus necesidades en los mingitorios.

- Sherpa. Félix Monteira es el sherpa del jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Los sherpas son los asistentes técnicos más directos de los mandatarios. Ayer, Monteira dio una conferencia de prensa luego de los plenarios del G-20. Como era previsible, dominaban los españoles. Escuchar sus preguntas y las respuestas del funcionario era un revival de las charlas con Juan Pablo Baylac, el esforzado ex diputado y vocero político de Fernando de la Rúa en diciembre de 2001.

- Comida. La recepción de Cannes a la prensa resultó hostil, más allá de los encantos escondidos de la ciudad, a causa de las medidas de seguridad. Los controles policíacos y las vallas obligan a largas caminatas en busca de un taxi y el servicio de buses de la cumbre es escaso. Pero en plan de hacer justicia, la comida del Centro de Prensa es inigualable. En ninguna otra cumbre del G-20 se había comido tanto y tan rico como aquí.