[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Con elogios a la política de administración de comercio y al cepo cambiario, vaticinios de buen desempeño de la producción y críticas a la feria de La Salada, tuvo lugar ayer el encuentro anual que organiza la Fundación ProTejer. Participaron funcionarios, empresarios, economistas y representantes de los trabajadores. Los importadores admitieron que las restricciones se relajaron en los últimos dos meses. El sector tiene mucha sintonía con el Gobierno, ya que luego de la convertibilidad, período en el que miles de pequeñas empresas se fundieron a raíz de la apertura comercial y la apreciación cambiaria, el sector “revivió”, según definen los empresarios. Expansión del mercado interno, férrea protección comercial y tipo de cambio favorable al sector transable posibilitaron esa mejora.

“Hay una serie de políticas que hoy aparecen como normales pero que en 2001 era completamente distinto. La industria textil durante mucho tiempo fue despreciada, víctima de un pensamiento que plantea que estas actividades mano de obra intensiva es mejor cederlas a países que hacen de la explotación del trabajo uno de los requisitos para la competitividad. Nosotros vamos por el lado de la tecnología y la formación profesional, no de la degradación del salario”, señaló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en el panel inaugural, del cual también participaron el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el presidente de la Fundación ProTejer, Marco Meloni, y el titular del Sindicato Obrero Textil, Jorge Lobais.

Meloni aseguró que “hacía más de 50 años que no teníamos un crecimiento textil como el actual. Tenemos que tener en claro qué nos hizo daño y qué nos puede hacer daño”. Lobais resaltó la importancia de herramientas como el Repro.

Fuera del escenario, empresarios consultados ofrecieron su visión. Alberto Sellaro, presidente de la Cámara del Calzado, anticipó a este diario que la producción este año será de unos 115 millones de pares, el mismo valor record que el año pasado. El empleo, comentó, creció en 2500 puestos, en buena medida por la instalación de una empresa en Misiones que fabrica para las marcas Nike y Fila. Explicó que el acuerdo al que las empresas llegan con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, es que se les libere importaciones a cambio de crear empleo. “Para impulsar la producción, el antidumping de 2010 fue clave”, agregó.

Una mirada opuesta dio Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores. “La protección comercial incentivó el contrabando. No creemos en los aluviones de importaciones, que los excedentes del mundo vengan a la Argentina nunca ocurrió ni ocurrirá”, indicó. El dirigente dijo que el segundo trimestre fue el más crítico en términos de restricciones. En cambio, la baja en las compras externas en el tercer trimestre se debieron en mayor medida, según su interpretación, a la desaceleración económica, ya que se flexibilizó el ingreso de bienes.

Un motivo de preocupación para los textiles es el crecimiento de la actividad comercial en la feria de La Salada. “Representa un porcentaje muy alto de las confecciones. Estamos trabajando para que se pueda formalizar. La Fundación nunca va a avalar el fraude de marcas”, indicó Meloni, quien adelantó que la actividad crecerá en 2012 alrededor del 5 por ciento. Buena parte de ese desempeño se explica, para Meloni, por la sustitución de importaciones que provocaron las medidas de protección comercial de comienzos de año. También mencionó el efecto positivo del cepo cambiario, que encareció las operaciones de contrabando.