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Empresarios y sindicalistas convocados por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para abordar el problema del empleo informal apoyaron la iniciativa y mostraron una fuerte expectativa sobre posibles anuncios.

“Es difícil poner cifras, pero puede haber un antes y un después en la reducción de la informalidad tras los anuncios que surjan de estas reuniones”, dijo a Página/12 el titular de CTA, Hugo Yasky, y agregó: “Antes de la finalización del mandato de CFK las tasas de trabajo no registrado caerán a niveles compatibles con este modelo de consolidación de justicia social y distribución de la riqueza”.

La entidad gremial asistirá la próxima semana con una serie de propuestas para atacar el alto porcentaje de trabajo en negro que registra la economía. Una consiste en hacer un mapa nacional de los trabajadores no registrados. Esto permite establecer estrategias diferenciadas. En el caso del sector privado es necesario separar las condiciones de no registrados en centros urbanos de la de trabajadores rurales. También evaluar la situación a partir del tamaño de las empresas. Firmas que reciben subsidios del Estado no pueden tener empleo no registrado “bajo ninguna circunstancia”. En el caso de pequeñas compañías hay que discutir plazos graduales y algún tipo de estímulo para formalizar. A su vez, es necesario abordar la situación del trabajo precarizado en el sector público. En este punto hace falta avanzar en controles de municipios y provincias. “Creo que las medidas que resulten de esta mesa de diálogo tendrán más impacto que el anuncio sobre cambios en el Impuesto a las Ganancias”, concluyó el dirigente.

También las cámaras sectoriales se mostraron a favor de profundizar en el problema del empleo en negro. “La idea como empresarios es acompañar esta iniciativa porque es fundamental empezar a tomar cartas en el asunto. El trabajo informal lleva a empresas informales y eso es competencia desleal para las pymes del sector”, indicó a este diario Marcelo Fernández, titular de la Confederación General Empresaria. El referente agregó que un punto para estudiar son los sectores que tercerizan parte de su producción, como textiles, calzado, entre otras manufacturas. Detrás de esta metodología se esconden trabajadores informales. A su vez, Gustavo Weiss, de CAC, entidad que agrupa a empresas constructoras, precisó que en la industria de construcción se registra un elevado nivel de empleo no declarado en el segmento de las pequeñas refacciones. “La clave es seguir potenciando proyectos de capacitación para estos trabajadores. Eso posibilitará que accedan a un empleo formal y mejor remunerado. Esto es lo que pasa con cualquier persona. Más educación es mejor empleo”, dijo. También agregó que es importante continuar avanzando con las tareas de seguimiento de obras donde se registran las condiciones de seguridad e higiene en distintas zonas del país.

Informe: Federico Kucher.