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–¿Cómo sigue el tema buitres? Parece que a partir de declaraciones que le atribuyeron con banqueros le quieren traer el primer dolor de cabeza...

–Hubo una publicación absolutamente falsa, en la que se aseguraba que había transmitido un acuerdo seguro con los buitres, un cambio en la posición argentina y la decisión de pagarles a esos fondos. Se decía que fue en un encuentro con inversores que tuvimos en Washington, en ocasión de la Asamblea conjunta del FMI y el Banco Mundial, en una actividad organizada por el JP Morgan. Allí lo que transmití es que Argentina tiene una Ley de Pago Soberano, ya aprobada, que asume la decisión de pagarles a todos los acreedores en los mismos términos. Pero hay gente que quiere que el gobierno argentino “pise el palito” y diga que está negociando algo distinto, para que se active la cláusula RUFO en contra de la Argentina y la reestructuración de deuda lograda a través del canje.

–¿Pero pudo haber otras interpretaciones de ese encuentro con inversores en Washington?

–No, la misma gente de JP Morgan lo desmintió. Funcionarios del Banco Central conversaron con el representante del Morgan que estuvo a cargo de esa reunión, Vladimir Werning, economista jefe en Nueva York, que expresó su malestar sobre esa publicación en Argentina. Aseguró que nunca se generan memos internos sobre lo que se trata en estos encuentros y duda de la veracidad del que se mencionó. De hecho, ninguna de las agencias de noticias financieras grandes de Estados Unidos tomó esa información. También hablamos con el titular de JP Morgan para Argentina, Facundo Gómez Minujin, que nos reiteró que para ellos todo el contenido de ese mail que se menciona en la nota, atribuyéndome esos comentarios, es falso. Así se lo han hecho saber al medio que lo publicó, incluso, a través de la responsable de Medios de JP Morgan, Verónica Navarro.

–Más allá de este episodio, ¿cuáles son las perspectivas inmediatas para la causa que se tramita en Nueva York?

–Respecto de la cláusula RUFO y su vigencia hasta el 31 de diciembre próximo, se instaló la idea de que el 2 de enero está todo arreglado. Y la respuesta es que el 2 de enero no va a pasar nada. Este año no podemos ni sentarnos a negociar. Si a futuro se flexibiliza el pedido de los buitres, alineado al resto de los acreedores en búsqueda de una solución integral, puede haber una respuesta. Hay una decisión política tomada por Argentina, y es no aflojar en esta estrategia que estamos siguiendo. No vamos a cometer el error de provocar una crisis cediendo en la posición que está sosteniendo el país en todos los foros internacionales.

–Se denunció también la existencia de presiones internas, concretamente del sector financiero. La Presidenta de la Nación habló de “buitres internos” que trabajan, como los “buitres de afuera”, para desgastar al Gobierno...

–Sí, vamos a investigar ciertas conductas, la relación que pueden tener algunas operaciones de los bancos y de las empresas vinculadas a través de los mismos grupos económicos a los que pertenecen esos bancos. En esto hay una acción coordinada entre los distintos organismos de control del Estado para complementar la labor. Hay operaciones derivadas de los bancos hacia otras sociedades que, de esa forma, salen del circuito de control del Banco Central. Para que eso no suceda está el trabajo coordinado. El problema de la especulación y las operaciones ilícitas no son los arbolitos que ofrecen dólares en la calle, sino los grandes especuladores. Más allá de los nombres, hay acciones que, como la que se aplicó sobre la Sociedad de Bolsa Mariva, tienen un efecto disciplinador. No es persecución ni “apriete” para demostrar fuerza, es investigar y detectar las operaciones ilícitas. Y es lo que seguiremos haciendo.