“No contestaré preguntas, asistiéndome el derecho constitucional”, fue la frase que repitieron incansablemente ayer el presidente de la filial argentina del HSBC, Gabriel Martino, y su vice, Miguel Angel Estévez, como respuesta a cada consulta que realizaron los integrantes de la comisión bicameral del Congreso a cargo de la investigación (ver aparte). Los directivos contaron con el apoyo de un equipo de abogados, con quienes consultaban ante cada pregunta de los diputados y senadores, pese a que la respuesta fue siempre la misma. “Si fuera cliente del banco, sacaría el dinero de inmediato”, chicaneó el presidente de la comisión, Roberto Feletti, ante la terquedad de los directivos en negarse a dar hasta información institucional de la entidad. Tanto Martino como Estévez leyeron sendas cartas de declaración en las que rechazaron las imputaciones sobre la causa de las cuentas en Suiza y otras que también tienen abiertas en el país.

Feletti buscó amenizar el intercambio ante la posición de los directivos, aunque sin éxito. “No estamos prejuzgando, pero queremos un intercambio para conocer cómo funciona el sistema”, insistió el diputado. La postura de los responsables fue intransigente y ni siquiera quisieron dar datos básicos sobre el banco. “¿Cuántas sucursales tienen? ¿Están en todo el país? ¿Quiénes son sus principales clientes?”, fueron los interrogantes que no respondieron amparándose en el secreto bancario. “Es información que se puede conseguir en el Banco Central. Le vamos a enviar documentación y los últimos balances”, dijo Martino. El diputado Carlos Heller manifestó su desconcierto ante la posición de los directivos, siendo que los responsables de la casa matriz pidieron disculpas por las falencias en los controles de la entidad: “Hablan aquí como si fuera un juzgado. Ni siquiera se disculpan”.

En su presentación, Martino sostuvo que la denuncia de la AFIP plantea “serias dificultades en cuanto al ejercicio acabado del derecho de defensa”. “Nada se dice ni mucho menos se prueba respecto de la intervención que le habría cabido a los directivos denunciados, entre los que me encuentro”, agregó el presidente de la filial local del banco. Según sostuvo, sus funciones durante el período denunciado por la AFIP eran de tesorería.

La presentación de Estévez abarcó las tres principales denuncias que existen en el país sobre la entidad. Recordó que en 2013 la AFIP realizó una denuncia sobre facturas truchas con códigos tributarios genéricos, que actualmente se encuentra circunscripto a 23 casos de empresas del exterior exentas –según el directivo– de pagar impuestos. En el caso del incendio de Iron Mountain aseguró que el ente de guarda no conocía el contenido de las 30.000 cajas. “Somos un cliente más para ellos”, dijo Estévez. “Fuimos una más de las 600 víctimas del incendio”, sostuvo Martino, despertando una inmediata respuesta del diputado Pablo González (FpV): “Ni el banco ni ustedes son víctimas del incendio. Son los bomberos que fallecieron tratando de apagar el fuego”. Finalmente, Estévez no habló del tema que lo convocaba. “La investigación me impide explayarme. Me amparo en al artículo 18 de la Constitución, para no interferir y no violar el secreto bancario”, sostuvo.