El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y su par brasileño de Minas y Energía, Silas Cavalcante Silva, acordaron acelerar los trámites para la construcción del gasoducto que unirá a Venezuela y la Argentina a través de Brasil y los trabajos de la represa binacional de Garabí, sobre el río Uruguay. De Vido y Cavalcante se reunieron en el Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, antes del encuentro de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner, oportunidad en la que firmaron, también, un entendimiento de cooperación minera.

La declaración conjunta suscripta por ambos ministros ratifica “la decisión de materializar mediante la participación de la iniciativa privada los aprovechamientos hidroeléctricos del tramo compartido del río Uruguay”. En el acuerdo se especifica que ese aprovechamiento se dará a través de la represa de Garabí, que ambos gobiernos venían proyectando desde el año pasado.

Los gobiernos de Argentina y Brasil expresaron su “satisfacción” con el interés despertado por el proyecto y señalaron en un documento conjunto que esa obra le dará una nueva dimensión a la “interconexión energética de la región”. El proyecto del gasoducto será tema central del encuentro que hoy mantendrán ambos mandatarios con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando éste arribe a Brasilia.

De Vido y Cavalcante también expresaron su beneplácito por los avances registrados en el proyecto del gasoducto que partirá de Puerto Ordaz, en el sur de Venezuela, para llegar al norte de Argentina tras atravesar Brasil, con ramas de distribución hacia otros países sudamericanos. Por esa razón, los ministros De Vido y Cavalcante Silva dejaron sentada en el documento la decisión de Argentina, Brasil y Venezuela de “invitar a los demás países del Mercosur y Sudamérica a sumarse a esta iniciativa”. Según fuentes brasileñas, Venezuela ha dicho que podría enviar a través de ese conducto, de entre 6000 y 8000 kilómetros de longitud, cerca de 100 millones de metros cúbicos de gas por día. Aunque el proyecto está en pañales, se calcula que el costo de esa monumental obra estaría en torno de los 20.000 millones de dólares y su construcción demandaría entre cinco y siete años de trabajo.

El emprendimiento es el proyecto más ambicioso planteado hasta ahora en el ámbito del Mercosur y llega en un momento más que oportuno, dada la crisis provocada por el acercamiento de Uruguay a Estados Unidos en materia de negociaciones comerciales y de facilidades al ingreso de inversiones extranjeras. La abundancia de gas venezolano y la predisposición del gobierno de Chávez para ofrecerlo impone una nueva condición al acuerdo regional.

Ambos ministros suscribieron también un acuerdo minero en el que consensuaron profundizar la cooperación entre los servicios geológicos de ambos países y facilitar el financiamiento de los emprendimientos del sector. De Vido y Cavalcante se reunieron antes de sumarse al encuentro que Kirchner y Lula mantuvieron en el Planalto, junto a los demás ministros que forman parte de la comitiva argentina.