La investigación sobre la exportación de caballos también abarca a los pura sangre de carrera. La Aduana frenó, hace poco más de un mes, la exportación de un gran campeón, dos veces ganador del premio Carlos Pellegrini. Según los funcionarios, el caballo iba a embarcarse por Ezeiza un viernes a la noche, con rumbo a Dubai, donde competiría en una carrera cuya bolsa ascendía a seis millones de euros. Había sido declarado a un valor de exportación de 120 mil dólares, pero la Aduana le fijó un valor de dos millones de dólares. Y radicó una denuncia penal contra la firma Marista SRL, la empresa responsable de la operación.

A diferencia de los caballos de polo, cuyas operaciones suelen cerrarse en ventas directas en los haras o estancias, buena parte de los pura sangre de carrera se venden en subastas públicas, lo cual aporta una mayor transparencia y legalidad. Sin embargo, para las exportaciones de estos animales, la Aduana también fijó hace un mes valores de referencia, que varían según los años del caballo y su campaña: carreras ganadas, perdidas, etcétera. Desde entonces, el 56 por ciento de las operaciones se declararon a valor iguales o superiores a los de referencia.