El gobierno de Evo Morales anunciaría en las próximas horas que no podrá en el corto plazo incrementar las exportaciones de gas a Argentina y a Brasil, a causa del fuerte aumento de la demanda interna. Esta decisión limitaría en no menos de dos millones de metros cubicos la posibilidad de compra de gas al vecino país para inyectar en el Gasoducto Norte.

La demanda interna boliviana registró un crecimiento de 5 a 6 millones de metros cúbicos diarios de gas, mientras que la exigencia del mercado de San Pablo se elevó de 26 a 28,5 millones de metros cúbicos diarios.

Así, para mantener abastecido el mercado interno y cumplir con el compromiso de exportación a la industria paulista, el gobierno boliviano habría reducido los envíos a la usina termoeléctrica de Cuiabá (Mato Grosso, Brasil) a la mitad y dejar pendiente la petición del gobierno argentino de elevar la entrega a 7,5 millones de metros cúbicos diarios.

Según medios periodísticos de La Paz, Evo Morales sólo se comprometería a mantener las actuales exportaciones a Argentina de 4,62 millones de metros cúbicos diarios.

Una primera consecuencia del racionamiento fue que la usina termoeléctrica de Cuiabá permanece parada desde el sábado por la reducción en el aprovisionamiento de gas, según confirmó desde Brasilia la Empresa Productora de Energía.

“El contrato con Argentina permite cumplir (temporalmente) con el 50 por ciento de la demanda y con Cuiabá aún no hay un contrato definitivo”, explicaban ayer fuentes del Ministerio de Hidrocarburos. “El problema es que por la falta de inversiones en los últimos años, la producción de gas está al límite, y no se tiene gas suficiente como para cumplir con toda la demanda externa”, agregó la fuente.

Meses atrás, el gobierno boliviano consiguió renegociar el contrato de exportación a Argentina, elevando el precio de los envíos a 5 dólares por millón de BTU.