Alberto Fernández admitió ayer que en la Casa Rosada existe “mucha preocupación” por la situación energética y dejó en claro que el Gobierno “monitorea de cerca” ese escenario. No obstante, el funcionario rechazó que la actual escasez sea una crisis. “La situación nos preocupa mucho, obviamente, pero no me animaría a llamarla crisis. Crisis sería si nosotros no hubiéramos hecho nada para poder sostener el crecimiento de la Argentina”, enfatizó Fernández. El funcionario reiteró que los problemas están relacionados con la creciente demanda en medio de “una ola de frío polar” y el bajo nivel de las represas de las centrales hidroeléctricas.

En este contexto, el Gobierno intentó demostrar que está trabajando para resolver la situación. Ayer, Néstor Kirchner puso en marcha la licitación de una usina eléctrica en Río Turbio que abastecerá a Santa Cruz y otras provincias. “Lanzamos esta licitación para dar interconexión eléctrica desde Río Gallegos hasta Río Turbio”, señaló el jefe de Estado durante el acto (ver página 11). La usina termoeléctrica será construida en dos módulos de 120 megas cada uno, con un plazo de ejecución de cuatro años. El costo total superará los 1500 millones de pesos y dará empleo a 800 operarios.

En línea con los dichos de Kirchner del día anterior, el jefe de Gabinete hizo un análisis de la situación energética, pero evitó hablar de crisis. “El país creció en cuatro años el 50 por ciento y no hemos tenido problemas básicos. El problema se ha manifestado ahora porque hay una ola polar, que hace que la demanda domiciliaria crezca un 20 por ciento. Y que esto termine afectando el suministro de gas para la industria”, apuntó. Por otro lado, el funcionario remarcó que la sequía en el norte de la Patagonia afectó el caudal de los ríos Limay y Neuquén, los niveles de los embalses están en su marca mínima, y esa situación afecta directamente a las centrales hidroeléctricas de la región.

Desde el sector privado, el flamante titular de la Unión Industrial, Juan Carlos Lascurain, dijo que la solución energética debe partir de “una cruzada entre todos”, ya que la situación “atañe a la sociedad argentina”. El dirigente se mostró a favor de prohibir los espectáculos deportivos nocturnos.