Los gurúes de la city descartaron ayer que el derrumbe de los mercados financieros mundiales pueda afectar a la Argentina debido a la protección que brinda el alto precio de los commodities y la escasa necesidad de financiamiento externo requerida para este año. El optimismo es compartido por la mayoría de los especialistas, pero si las proyecciones son tan certeras como cuando los gurúes pronosticaban un dólar a 10 pesos lo mejor sería empezar a preocuparse.

El gurú de la city Miguel Angel Broda consideró que “la Argentina es menos dependiente del sistema financiero y a pesar de que ese riesgo va a aumentar, los efectos van a ser pocos; la Argentina depende de que la economía del mundo no se desacelere y sobre todo del precio de los commodities: trigo, soja, girasol”. “Da la sensación de que por la relación entre la demanda, los stocks existentes y las condiciones meteorológicas, los commodities agrícolas son probablemente los que menos van a sufrir, de modo que los efectos de la desaceleración de la economía mundial sobre la Argentina serían mínimos”, apuntó. Además sostuvo que una crisis en la principal potencia económica ya no provoca el mismo impacto a nivel global. “Antes un resfrío en Estados Unidos generaba una neumonía en el mundo; pero hoy una neumonía en Estados Unidos puede generar sólo un resfrío”, concluyó.

En tanto, para el consultor-político Carlos Melconian, “la crisis es de macroeconomía básica, estas cosas siempre terminan afectando a todo el mundo, afectan desde lo financiero y desde lo real. La única duda es si estamos frente a un nuevo paradigma donde, como hay gente que ha tenido efectos de riqueza positivos en el mundo y come más que antes, el precio de la comida se salva de toda esta debacle”, agregó Melconian. “Allí es donde entramos nosotros (la Argentina), porque si se salva la comida, el precio de los granos y los productos alimenticios pueden amortiguar el golpe. Eso es lo único que importa para la Argentina, porque las inversiones van a ser más conservadoras y repercusiones financieras va a haber, eso es innegable”, concluyó.

Por su parte, el economista Miguel Bein sostuvo: “Esto es una gripe que se va a extender, pero en el caso de la Argentina el impacto no va ser tan importante como en países que tienen un fuerte comercio con Estados Unidos, como México, que coloca allí el 80 por ciento de sus exportaciones, mientras que la Argentina sólo le vende el 10 por ciento”, aseguró. No obstante, Bein admitió que “vamos a ver alguna desaceleración del comercio mundial, y esto va a tener un impacto en los factores que sostienen el dinamismo argentino, como el precio de las exportaciones. Aunque esos precios son increíblemente altos”.