Desde Lima

Con las imágenes de Hugo Chávez y Evo Morales sobrevolando el ambiente, discursos contra el modelo económico neoliberal y los acuerdos de libre comercio, y denuncias contra el gobierno peruano por ser hostil con sus organizadores, ayer se inauguró en Lima la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas, que reúne a unos dos mil delegados de organizaciones sociales, grupos indígenas, sindicatos, partidos de izquierda y organizaciones no gubernamentales de América latina, el Caribe y Europa. Este evento, que se lleva a cabo en el amplio local de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), ubicado en el norte de la periferia de Lima y que desde ayer está fuertemente custodiado por la policía antimotines, se realiza paralelamente a la V Cumbre América latina, el Caribe-Unión Europea (ALC-UE), que el viernes 16 reunirá a los presidentes y jefes de gobierno de 60 países. Pero a la hora de firmar una declaración sobre la lucha contra la pobreza y el cambio climático habrá notorias ausencias, como las del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro inglés, Gordon Brown.

El mayor temor del gobierno peruano, que ha definido la Cumbre Social como “anticumbre” y ha acusado a sus promotores de “violentistas”, es que esta cumbre se desborde en manifestaciones callejeras en momentos que en la país hay un creciente descontento social y huelgas contra la política económica neoliberal. Sin embargo, los organizadores han asegurado que no harán marchas en las calles y se limitarán a un mitin de cierre el viernes en la noche.

El plato fuerte de la Cumbre de los Pueblos es el juzgamiento a 20 transnacionales europeas por parte del Tribunal de los Pueblos por sus prácticas de violaciones a los derechos humanos, de no respeto a los derechos laborales y de contaminación ambiental. Entre las empresas denunciadas hay cuatro que lo son por acciones que tienen que ver con Argentina: la papelera finlandesa Botnia, las petroleras Repsol-YPF y Shell, y la constructora sueca Skanska. El viernes se conocerá el fallo de este Tribunal de los Pueblos, uno de cuyos peritos es el jurista argentino Alejandro Taitelbaum, el cual será entregado a los gobiernos, tanto a los de los países afectados por las operaciones de estas empresas europeas como a los de los países de origen de las empresas, y a organizaciones no gubernamentales, demandándoles que actúen para terminar con las prácticas ilegales de estas transnacionales.

Asimismo se debatirá una propuesta alternativa de desarrollo, la que será entregada a los presidentes asistentes a la V Cumbre de Lima, aunque sus organizadores admiten no tener mayores esperanzas de ser escuchados. “Proponemos la refundación de nuestros países para crear Estados plurinacionales que respeten los derechos de los pueblos originarios, la integración de América latina como alternativa a los tratados de libre comercio con Europa y otras partes del mundo, la nacionalización de los recursos naturales, un modelo económico redistributivo, una reducción del consumismo para enfrentar el problema del cambio climático. Esos son los temas que debatiremos”, le señaló a Página/12 Miguel Palacín, dirigente del movimiento indígena peruano y coordinador de la Cumbre de los Pueblos. “De la cumbre presidencial no podemos esperar nada. Los presidentes vienen para la foto y para dar discursos hipócritas. Los acuerdos que ellos adopten estarán bajo la visión económica de las multinacionales”, agrega.

La Cumbre de los Pueblos se cerrará el viernes con una manifestación pública en la Plaza Dos de Mayo, en el centro de Lima y tradicional escenario de manifestaciones obreras, a la que han sido invitados los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa. La mayor atención se la lleva Chávez, llamado a convertirse en la gran estrella de la noche, aunque su presencia en Lima aún no ha sido confirmada.