Miércoles, 14 de mayo de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › EN UNA SOLA CIUDAD HAY UNOS 18 MIL CUERPOS BAJO LOS ESCOMBROS
La gente vive en las calles por temor a las réplicas del terremoto del lunes. Y deambula buscando a sus seres perdidos. La cifra oficial es de 12 mil muertos. Pero sólo en Mianyang se calcula que hay 18 mil personas sepultadas bajo los escombros.
Por José Reinoso *
Desde Chengdu
Lei Peng tiene el miedo metido en el cuerpo. Y su mujer. Y los padres de ésta. Por eso, desde hace dos días, los cuatro duermen apretujados en un pequeño utilitario blanco en la calle junto al río Jin, en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, que el pasado lunes sufrió un terremoto devastador que dejó más de 12.000 muertos y decenas de miles de personas sepultadas bajo los escombros en el centro de China. Anoche, los cuatro intentaban conciliar el sueño, presas del pánico por las réplicas que se vienen produciendo desde que la tierra tembló. Su vehículo, con las ventanillas semibajadas para dejar entrar el aire, y dos paraguas abiertos que asoman para evitar que la lluvia se cuele dentro, era uno de los muchos que se arremolinaban en la acera, con familias enteras en su interior arrebujadas bajo las mantas, a la espera de que la tierra se calme.
“Tenemos pánico. Vivimos en un sexto piso, y aunque las autoridades nos dijeron que podemos regresar a nuestra casa, preferimos esperar”, contaba Lei a las 11 de la noche de la hora local. Como Lei, un profesor de 34 años, la población de Chengdu está aterrorizada. “Alguna gente se fue de la ciudad porque teme quedarse en sus departamentos –contaba otro residente–. Tras inspeccionar las viviendas, las autoridades dicen si puedes regresar o no. Pero hay mucho miedo. El martes a las tres de la tarde hubo una réplica muy fuerte.”
Algunas zonas de la ciudad sufrieron cortes de luz y ayer era casi imposible hablar por teléfono móvil, ya que las líneas estaban colapsadas. Sólo aterrizaron contados vuelos. La mayoría fueron cancelados o desviados a otras ciudades, como Chongqing, a 260 kilómetros.
Chengdu exhalaba un aire extraño, con las avenidas vacías, pocas luces en los edificios, y gente durmiendo en la acera bajo plásticos o en los coches. Muchos comercios permanecieron cerrados todo el día y las clases en los colegios fueron suspendidas. La intensa lluvia contribuía a crear un ambiente irreal.
Fuera de la capital provincial, en algunas poblaciones más cercanas al epicentro, que se localizó en el condado de Wenchuan, a 90 kilómetros de Chengdu, la situación era más dramática. Miles de personas se encuentran bajo los escombros de escuelas, viviendas y fábricas en Sichuan y otras provincias, como Gansu o Shaanxi, que también se vieron afectadas por el terremoto más grave que sufrió China en los últimos 32 años, y que se sintió incluso en Hanoi y Bangkok.
Sólo en la ciudad de Mianyang, vecina a Wenchuan, donde se localizó el epicentro, hay más de 18.000 personas bajo los cascotes. Según Li Chenyun, vicegobernador de Sichuan, hay al menos 12.000 muertos y 26.000 heridos en esta provincia y más de 3,45 millones de viviendas fueron destruidas. El sismo tuvo una intensidad de 7,9 en las escala de Richter.
El gobierno respondió al desastre con gran celeridad. El primer ministro, Wen Jiabao, llegó el mismo lunes a la región, y 20.000 policías y soldados entraron en la zona del desastre, mientras otros 30.000 están en camino, según el Ministerio de Defensa. Hay unos 1300 médicos y soldados en Wenchuan.
Pero las condiciones meteorológicas están obstaculizando las labores de rescate en esta región montañosa. Los equipos de salvamento trabajaron sin descanso, pero ayer llovía tanto que algunas rutas estaban cortadas, y los helicópteros enviados a esta provincia, famosa por sus reservas de pandas, no pudieron aterrizar. Wen Jiabao dio órdenes al ejército para que despeje cuanto antes las rutas. “Por favor, aceleren el envío de alimentos. Los niños no tienen nada que comer ahora”, dijo rodeado de chicos que lloraban. Su presencia fue ampliamente mostrada en la televisión, para probar a la gente que el gobierno está haciendo todo lo que puede.
Se registraron casos de gente atrapada bajo las ruinas que llamaba desesperada desde el celular, pero se teme que el número de víctimas mortales aumente, debido a que los equipos de rescate aún no llegaron a las zonas remotas. Justo al este del epicentro, en el condado de Beichuan, 1000 estudiantes y profesores fallecieron o están desaparecidos, a causa del desplome del inmueble de seis pisos de la escuela. El 80 por ciento de los edificios de Beichuan se derrumbaron, según la agencia Xinhua. En Dujiangyan, a medio camino entre el epicentro y Chengdu, se teme que hayan muerto 900 estudiantes al hundirse el colegio. Y en Yingxiu, una población de 12.000 personas, tan sólo fueron encontradas vivas 2000, según dijo un funcionario local a la televisión. Mientras tanto, en Chengdu, Lei Peng y su familia dicen que seguirán durmiendo en el coche hasta que deje de haber réplicas. “Nos encontramos con un extranjero, y nos dijo que había que esperar 24 horas después de que pararan los temblores antes de regresar a casa. Y eso vamos a hacer.” En el exterior, la lluvia se estrella con furia contra el asfalto desierto.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.
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