De los 14 gobernadores peronistas que estaban alineados con el gobierno nacional antes del conflicto con las cámaras del agro, sólo el cordobés Juan Schiaretti no estará hoy en la cancha de Almagro para la asunción de Néstor Kirchner como presidente del Partido Justicialista. Schiaretti, es, además, el único gobernador que recibió a los empresarios rurales, ya que varios de sus colegas les negaron esa posibilidad con el mismo argumento del gobierno nacional: “No dialogamos bajo presión, cuando levanten la medida de fuerza hablamos”.

En el juego de las presiones y tratando de dominar las lógicas informativas, los ruralistas hicieron saber otras supuestas audiencias concedidas que, una a una, fueron desmentidas por cada gobernador involucrado. El último fue el de La Pampa, Oscar Jorge, quien ayer al hablar por teléfono con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, le contó que había en marcha una operación mediática para hacer creer que él iba a recibir a las cámaras rurales, cosa que, aclaró, no hará. De hecho, ayer, voceros de los productores agropecuarios hicieron saber que Jorge les había dicho que los iba a recibir y después cerraron el circuito anunciando que el gobernador había “dado marcha atrás”.

Pero antes que Jorge, Scioli ya había salido a desmentir a Carbap, cuyos dirigentes también habían informado que les había concedido una audiencia. Además, dirigentes de la CRA dijeron que se iban a reunir con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, que también lo negó. Y el salteño Juan Manuel Urtubey dejó un encuentro con ruralistas de su provincia en manos de su vicegobernador. La estrategia de los empresarios del campo de tratar de involucrar a los gobernadores en el conflicto con el gobierno nacional hasta ahora no les dio los resultados que esperaban, según consideraban anoche en la Casa Rosada.

En las últimas 48 horas Randazzo fue el encargado de hacer un puntilloso tanteo, gobernador por gobernador, para hablar del lockout de los productores agropecuarios, instándolos a que no dejen provincializar el conflicto, ya que se trata de una discusión a nivel nacional. El ministro también les trasmitió que la idea del Gobierno es llamar al diálogo a las entidades una vez que levanten el lockout. Pero con los avisos que vino dando el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, es difícil que esto ocurra. El ruralista dijo el lunes que no había motivos para levantar el lockout y ayer, que podían suspenderlo por sólo 24 horas si el Gobierno los llama al diálogo.

Randazzo ni siquiera habló con Schiaretti para reprocharle la reunión del lunes con los ruralistas. Es probable que en la Casa Rosada ya no lo consideren kirchnerista, aunque en rigor siempre se trató de una alianza endeble, desde los tiempos de su mentor, José Manuel De la Sota. De todas maneras, nada puede considerarse definitivo si se tiene en cuenta que Córdoba es el cuarto distrito del país en importancia y el opositor a Schiaretti, Luis Juez, está muy distanciado del Gobierno.

Aunque no son gobernadores, hay otros dos dirigentes de peso en el PJ que no irían hoy al acto: uno es el senador santafesino Carlos Reutemann, que se solidarizó con las cámaras que mantienen el lockout. El otro es el ex gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, un kirchnerista de la primera hora que ahora está enfrentado duramente con quien fuera su delfín, el actual mandatario Sergio Urribarri.

De todos modos, los 28 integrantes de la mesa chica del Consejo nacional del PJ estarán todos. Ese grupo lo integran nueve gobernadores: Scioli (vicepresidente), Capitanich (vice segundo), Urribarri (vice cuarto), Urtubey (secretario de Interior), Jorge (secretario de Relaciones Empresarias), el sanjuanino José Luis Gioja (secretario de Organización), el chubutense Mario Das Neves (secretario de Coordinación), el mendocino Celso Jaque (tesorero) y el jujeño Walter Barrionuevo (secretario de Integración Regional). Los otros cinco gobernadores –José Alperovich (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Luis Beder Herrera (La Rioja), Daniel Peralta (Santa Cruz) y Schiaretti– son parte de los 47 vocales, al igual que Reutemann y Busti.