El Consejo de Ministros de Irak aprobó ayer en una sesión extraordinaria el borrador del Pacto de Seguridad que Bagdad mantiene con los Estados Unidos. El acuerdo, que fue bien recibido en la Casa Blanca, requiere ahora de la aprobación del Parlamento iraquí, el cual se estima que se pronunciará definitivamente sobre el mismo el 24 de noviembre próximo. Al respecto, Barack Obama aseguró que iniciará el retiro de tropas de Irak apenas asuma. Afirmó que convocará a su equipo de seguridad para poner en marcha la operación de reducción de tropas, una promesa de su campaña.

Según informó el primer vicepresidente del Parlamento, Kaled al Attiyá, mañana comenzará una lectura del pacto, dos días después se hará un debate general y cuatro días más tarde la votación definitiva. El acuerdo establece la retirada de las tropas del ejército estadounidense del territorio iraquí hacia finales de 2011, y fue refrendado por 27 votos de los 28 miembros que asistieron a la sesión.

Desde Washington hicieron saber su satisfacción por el consenso logrado. “Saludamos la aprobación del acuerdo por parte del gobierno iraquí. Es un paso importante y positivo”, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe. “Aun cuando el proceso no ha culminado, tenemos la esperanza y confiamos en el hecho de que tendremos un acuerdo que servirá tanto al pueblo de Irak como a Estados Unidos y enviará un mensaje a la región y al mundo entero de que nuestros dos gobiernos quieren un Irak estable, seguro y democrático”, agregó.

En Irak, el pacto se conoce oficialmente como Pacto de Retirada, ya que prevé la partida de cerca de 152.000 soldados estadounidenses, que están distribuidos en más de 400 bases. Requería una mayoría de dos tercios para que pudiera ser presentado a debate en el Parlamento, donde sólo necesita de mayoría simple para que su aprobación.

Con este paso se logra garantizar la soberanía territorial de Irak a partir de 2009, ya se que establece que Estados Unidos no utilizará el suelo de este país como base de operaciones para atacar a un tercero. Además, en el mismo consta que la permanencia en Irak de cualquier efectivo militar estadounidense a partir de 2011 dependerá del permiso de las autoridades de Bagdad.

Operativamente, la firma del pacto implicará que las fuerzas estadounidenses dejarán de patrullar el territorio de Irak a mediados del año próximo, con lo cual se dará inicio al proceso de retirada militar de este país de Medio Oriente. A lo largo de todo este tiempo, las fuerzas estadounidenses responderán por sus acciones ante funcionarios iraquíes, ya que el mandato de Naciones Unidas bajo el que operan estas tropas actualmente expira el 31 de diciembre de este año.

Otro punto de importancia del acuerdo es el que determina que los soldados estadounidenses que cometan delitos considerados graves en Irak podrán ser juzgados por tribunales del país árabe. Con ese fin, fuentes de la presidencia iraquí anunciaron previamente la creación de una legislación especial, en la cual se tipificará este tipo de delitos y se delimitará de manera precisa el ámbito de actuación de los efectivos militares norteamericanos.

La negociación por el Pacto de Seguridad se prolongó durante un año y con frecuencia generó duras discusiones entre los distintos grupos políticos y religiosos que lo analizaron. Desde Washington informaron que con esta medida se dan por finalizadas las negociaciones bilaterales sobre este acuerdo, al indicar que no alterarán ningún punto más del texto.

El pacto ahora será analizado y puesto a votación por los 275 miembros que componen el Parlamento iraquí, donde se prevé que será aprobado hacia fines de noviembre, informó el ministro de Asuntos Exteriores de Irak Hoshyar Zebari. Se espera que sea aprobado sin problemas, ya que los componentes del Consejo de Ministros pertenecen a las mismas formaciones políticas que controlan la mayoría de los escaños de la cámara.