La empresa estatal rusa Gazprom anunció ayer que hoy reanudará los envíos de gas a Europa, donde decenas de miles de hogares y edificios quedaron sin calefacción en medio de uno de los inviernos más crudos en años. El anuncio, que llegó cinco días después del corte total del flujo de gas ruso a Europa debido a una disputa entre Rusia y Ucrania, fue posible gracias a la firma en Bruselas de un acuerdo entre ambos países patrocinado por la Unión Europea (UE). El trato estipula el envío de equipos de monitores de la UE, Ucrania y Rusia para supervisar la circulación del gas ruso a través del vasto sistema de gasoductos ucraniano. Gazprom había interrumpido los suministros el miércoles pasado luego de acusar a Ucrania de robar gas destinado a otros países de Europa, imputación que fue rechazada por el gobierno ucraniano. “Tan pronto como los monitores estén en los puntos de control, y cuando estemos seguros de que pueden controlar el tránsito de nuestro gas, Gazprom bombeará gas a Ucrania destinado a clientes europeos”, dijo en Moscú el primer ministro, Vladimir Putin. El presidente ruso, Dmitri Medvedev (foto), rechazó por su parte acusaciones de que Rusia no es proveedor confiable y recordó que Europa pudo contar con el gas ruso durante años. Rusia, principal productor de gas natural del mundo, provee una cuarta parte del gas que usa la UE, el 80 por ciento del cual se envía a través de Ucrania, y la interrupción del flujo coincidió con temperaturas bajísimas en todo el continente. El corte de gas afectó a más de 15 países y miles de compañías e industrias de Europa se vieron forzadas a recortar la producción. “Llevará algo de tiempo llegar a los consumidores, entre 24 y 40 horas”, anticipó el comisionado europeo de Energía, Andris Piebalgs.