Jueves, 19 de febrero de 2009 | Hoy
EL MUNDO › INFORME DEL PENTáGONO SOBRE EL AUMENTO DE LA MUERTE DE CIVILES
Las muertes de civiles subieron un 46 por ciento y los ataques a aviones como los de la OTAN, un 57 por ciento. El Talibán volvió a tener fuerza a lo largo del país. Y la credibilidad del presidente Karzai está en baja.
Por Kim Sengupta *
Un panorama desolador de creciente violencia y desintegrada sociedad surgió de un informe confidencial de la OTAN sobre Afganistán, justo cuando Barack Obama prometió enviar 17.000 tropas extras estadounidenses a ese país en un intento de detener la ola de insurgencia. Los ataques directos al cada vez más precario gobierno afgano se duplicaron el año pasado, mientras hubo un aumento del 50 por ciento de secuestros y asesinatos.
Las muertes entre las fuerzas occidentales subieron un 35 por ciento, mientras que la cifra de muertes civiles subía un 46 por ciento, más de lo que había estimado la ONU. Los ataques violentos crecieron en un tercio y las bombas en los caminos –la fuente más letal de las muertes occidentales–, en un cuarto. También hubo un aumento del 57 por ciento en los ataques a aviones desde tierra, un motivo de preocupación para la OTAN, que depende en gran parte del uso de poder aéreo en el conflicto.
El documento, preparado por el Pentágono en nombre de la Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad (ISAF) conducida por Estados Unidos en Afganistán y visto por The Independent, también revela cómo zonas del país han escapado al control del gobierno del presidente Hamid Karzai. Según una encuesta llevada a cabo a fines del año pasado, un tercio de la población afirmó que el Talibán tenía más influencia en su localidad.
La creciente impopularidad de Karzai, junto con las acusaciones de corrupción contra figuras asociadas a su gobierno, llevó a la nueva administración de Estados Unidos a advertir repetidamente al presidente afgano que perderá el apoyo de Washington en las próximas elecciones nacionales si no hay cambios drásticos. El “aumento” militar, dicen los funcionarios estadounidenses, debe ser acompañado por mejoras significativas en el gobierno mientras Obama describe la gestión de Karzai como ajena a lo que está sucediendo en su país.
Obama reconoció que los refuerzos, que ascenderían a un total de 30.000 soldados, habían sido enviados porque se requería una “acción urgente y rápida” para estabilizar una situación de deterioro en la que el Talibán resurge en Afganistán y Al Qaida amenaza a Estados Unidos desde su refugio seguro al lado de la frontera paquistaní.
Karzai fue informado de los nuevos desplazamientos a través de un llamado telefónico el martes. El líder afgano se había quejado públicamente durante el fin de semana de que no había oído del líder estadounidense desde su asunción, hace casi un mes.
La nueva administración de Estados Unidos había indicado que estaba preparada para hablar con Irán sobre la situación afgana y ayer Italia, que asume la presidencia del G-8 este año, dijo que Teherán debería estar invitado a participar en la cumbre sobre Afganistán. El canciller italiano Franco Frattini dijo: “Queremos considerar cómo involucramos a Irán, no si debemos involucrarlo”.
La OTAN acusó al régimen iraní de permitir que se contrabandeen armas hacia Afganistán, mientras que las drogas van en la dirección opuesta, con algunas de las ganancias devueltas para financiar a la insurgencia. El Comité Internacional de Control de Narcóticos de la ONU dijo en su informe anual que hubo un incremento en la producción de cannabis en Afganistán. Muchas provincias que habían sido declaradas por el gobierno afgano y por la OTAN como libres del cultivo de amapola se han volcado al cannabis.
El informe afirmaba: “La falta de seguridad en Afganistán ha dañado los esfuerzos del gobierno para erradicar la amapola ilícita; un total de 78 personas involucradas en los esfuerzos de erradicación perdieron sus vidas en 2008, un aumento seis veces mayor que el año anterior. El aumento en el cultivo ilícito de cannabis en Afganistán también es preocupante”.
Mientras, ocho años después de la “liberación” y la caída del Talibán, a muchos afganos todavía les faltan servicios esenciales. En el país, el 38 por ciento de la población no tiene acceso a facilidades médicas y la cifra aumenta a 44 por ciento en las áreas rurales.
El informe de la OTAN establece que el “acceso a las escuelas tanto para los varones como para las mujeres varía en el país y está muy ligado a la seguridad. Los porcentajes de acceso a las escuelas para mujeres son también un factor etno-geográfico”.
El 74 por ciento de las niñas uzbecas, el 73 por ciento de las tayikas y el 72 por ciento de hazaras están en una posición para recibir educación. Pero decae a un 44 por ciento entre las pashtuns y en la parte conservadora del sur del país, en provincias como Helmand, donde están basadas las tropas británicas, no más del 24 por ciento de los niños asiste a las escuelas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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