Siete personas fueron detenidas ayer, pasadas las 16, por la policía provincial cuando realizaban un escrache al ex gobernador Carlos Alberto Reutemann, frente al Instituto Cardiovascular Rosario (ICR), en bulevard Oroño al 400, donde se encontraba internado. “Para Carlos Reutemann los recuerdos de diciembre de 2001 y de las inundaciones de 2003 son ruidos molestos”, ironizó uno de los detenidos Gustavo Martínez, en referencia a la calificación que un juez de Faltas le dio a la protesta protagonizada por familiares de víctimas de la represión del Diciembre Trágico e integrantes de la Carpa Negra de la Dignidad, compuesta por víctimas de la inundación de abril de 2003. Entre los primeros estaba Celeste Lepratti, hermana de Pocho, quien azarozamente no resultó detenida junto a siete personas, entre ellos su pareja Martínez, que es secretario gremial de ATE y con quien comparte la Comisión Investigadora No Gubernamental de Diciembre de 2001. Los detenidos fueron derivados a la seccional 3ª y liberados cerca de las 20, en medio de una movilización de dirigentes sindicales y militantes que esperaban en las inmediaciones de la seccional de Dorrego y Salta.

“Estábamos manifestándonos frente al sanatorio donde estaba Reutemann junto a compañeros inundados de Santa Fe, porque tanto ellos como nosotros tenemos cosas que decir del ex gobernador. Hubo entonces un incidente con el redoblante, por lo cual lo dejamos de tocar, pero cuando nos íbamos se volvió a tocar el redoblante y allí reaccionó la policía, que lo hizo de una manera irracional y violenta. Algunos compañeros salimos a interceder pidiendo que nos dijeran quién estaba a cargo del operativo, pero sin tener respuestas.”

La refriega fue tan violenta que el propio Martínez terminó desvanecido, luego de ser tomado por un agente desde atrás, por el cuello. A pesar de preguntar cuáles eran las órdenes precisas que tenía la fuerza, Martínez y su grupo recién se enteraron cuando los identificaron, “pianito” mediante, en la comisaría. “La orden del juez a la policía era la de evitar que sonara el redoblante, pero después nos inventaron otra causa por resistencia a la autoridad, a cargo de un juez correccional.”